Los Juegos Olímpicos de París nos han vuelto a unir en torno al deporte, la hermandad de las naciones y la paz. Espero que la logremos. Los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna se llevaron a cabo en Atenas, del 6 al 15 de abril de 1896, por iniciativa del aristócrata francés Pierre de Coubertin.

Fernando Guedes, presidente de la Unión Internacional de Editores (UIE) de 1992 a 1996, escribe lo siguiente en su libro sobre el primer siglo de la UIE:

“La última década del siglo XIX fue particularmente rica en eventos políticos, científicos y culturales.

“La Torre Eiffel, construida en 1889 en París, fue una especie de prodigioso anticipo de las innumerables maravillas que la ciencia y la tecnología traerían a la vida diaria de la humanidad en todo el mundo: la electricidad, la turbina de vapor, el teléfono, el fonógrafo y la radio-tecnología, los motores diésel y de gasolina, así como la aviación”.

En aquellos primeros Juegos Olímpicos de la era moderna, participaron 14 países y 241 atletas, todos ellos hombres. Este año, en París, participan más de 10 mil atletas de más de 200 países, en una composición de género prácticamente paritaria: 51% hombres y 49% mujeres. Magnífico avance.

Ese mismo año, el 15 de junio de 1896, se instituía el Congreso Internacional de Editores, que posteriormente daría lugar a la Unión Internacional de Editores. Este primer congreso se llevó a cabo en París, bajo la presidencia del editor francés George Masson.

Aproximadamente 200 editores se registraron para el congreso. Lamentablemente no tengo el dato exacto, pero sospecho que la mayoría hombres.

128 años después, el Congreso Internacional de Editores llega a Guadalajara, México, en donde esperamos unos 300 delegados de todo el mundo, con una participación prácticamente paritaria entre hombres y mujeres.

En el marco de la extraordinaria Feria Internacional del Libro de Guadalajara, la FIL, tendremos dos días completos de conferencias, reflexiones y discusiones sobre el futuro de la industria editorial.

Invitamos a los participantes a visitar los días de profesionales de la FIL, el lunes 2 y martes 3 de diciembre. El martes 3 inicia la actividad del congreso con un coctel de bienvenida en el hotel sede.

El miércoles 4 y jueves 5 tendremos dos días intensos de reflexión en torno a nuestra industria, en el maravilloso Conjunto Santander de Artes Escénicas, cortesía de la Universidad de Guadalajara. Hablaremos de derechos de autor, de las libertades de expresión, de publicación y de lectura, de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y cómo la industria editorial está comprometida a lograrlos.

Se discutirá el tema de la inteligencia artificial y los dilemas éticos y legales que conlleva, de las publicaciones accesibles para personas con discapacidad visual, de las nuevas generaciones de editores en la industria editorial.

Hablaremos de libros educativos, de cómo los mejores resultados en educación se dan cuando hay una estrecha colaboración entre autoridades educativas, maestros y editores, para producir los mejores libros y recursos educativos para el desarrollo pleno de los educandos.

En ningún país del mundo ha funcionado el esquema de libro de texto único, publicado por el gobierno. Sólo se ve en países con gobiernos dictatoriales, como Corea del Norte, Cuba y Venezuela. Ni siquiera en China, donde hay una oferta entre diferentes libros de texto para todos los niveles escolares.

Los mejores resultados educativos se alcanzan cuando hay una activa participación de la industria editorial en la generación de recursos educativos. Basta ver los resultados de la prueba PISA.

Tendremos una sesión sobre el Manifiesto de Liubliana, que ha establecido, con bases científicas, que la lectura es fundamental para desarrollar un pensamiento crítico, como base de una democracia funcional.

El 4 de diciembre habrá una cena de gala en la que reconoceremos al ganador del prestigioso Prix Voltaire de este año. La lista de finalistas de este año incluye a editores de Turquía, Serbia, Rusia, Bielorrusia y Palestina. Dos de ellos están en prisión, uno condenado a cadena perpetua, debido al tipo de libros que publicó, considerados ofensivos para el gobierno de su país.

Tendremos conferencias magistrales de Enrique Krauze; de la subsecretaria general de las Naciones Unidas, Melissa Fleming; una videoconferencia con la premio Nobel de la Paz, Oleksandra Matviichuk, de Ucrania, sobre las libertades en un país sumido en una guerra sin sentido, como lo son en realidad todas las guerras.

La industria editorial no es ajena a los problemas mundiales que enfrentamos. Ofrecemos soluciones a los retos educativos y culturales de cada país. A través de los libros aprendemos, soñamos, entendemos el mundo en el que vivimos. Desarrollamos empatía y pensamiento crítico. Una industria editorial sana y vibrante es fundamental para el desarrollo educativo, cultural y económico de un país. Los editores mexicanos estamos dispuestos a contribuir. Sólo esperamos que se nos permita participar.


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