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Fundada en 1596 por Diego de Montemayor y nombrada así en honor al virrey de la Nueva España, Gaspar de Zúñiga, quien fuera conde de Monterrey, en Galicia, hoy la capital de Nuevo León es la segunda ciudad más grande y próspera de México. Con una clara vocación industrial, donde se asientan muchos de los corporativos de las empresas más importantes del país, también ha desarrollado valiosas iniciativas en los ámbitos de la educación y la cultura.
Uno de estos grandes proyectos fue la fundación, en 1943, y gracias a la visión de uno de los más destacados empresarios que ha dado México, don Eugenio Garza Sada, del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, o Tec de Monterrey, como lo conocemos todos.
Con más de 90 mil estudiantes y casi 11 mil 500 profesores, el Tec es actualmente una de las mejores 200 universidades en el mundo. Justo aquí, en octubre de 1989, debajo de una pequeña carpa colocada en un estacionamiento del Tecnológico de Monterrey, un grupo de estudiantes de las carreras de Letras Españolas y Lengua Inglesa, profesores y bibliotecarios, organizaron la primera edición de la Feria Internacional del Libro Monterrey.
A lo largo de los años, la feria tuvo altibajos y, en la época anterior a la pandemia, había perdido el interés de los editores. Se había venido a menos. Yo había dejado de asistir. No lo pude ver en persona, pero me cuentan que en esos años había en la feria más puestos de garnachas que stands de libros.
Después de no poderse llevar a cabo en 2020 y 2021, a causa de la crisis sanitaria derivada del Covid-19, en 2022 la feria resurgió, más fuerte que nunca.
En una apuesta por dar nueva vida a la Feria, y con la determinación de hacer lo necesario para ello, en 2022 el Tec invita para dirigir la FIL a una de las más importantes figuras del ámbito cultural en México, la expresidenta de Conaculta, Consuelo Sáizar. Bajo el liderazgo de Sáizar, la FIL de Monterrey experimentó un verdadero resurgimiento. Volvió a ser la feria del libro que se necesitaba en el norte, un referente cultural y literario.
Las ferias del libro, que las hay en muchas ciudades y países, tienen usualmente una fuerte competencia por la atención de las editoriales y del público lector. Las que tienen más éxito son las que se logran diferenciar. Muchas ferias en México intentan competir con la FIL de Guadalajara, que se ha convertido al paso de los años en la feria internacional del libro en español más prestigiosa del mundo.
Por ello, en este 2024, se llevará a cabo en el marco de la FIL de Guadalajara el 34 Congreso Internacional de Editores. La más importante congregación mundial de profesionales de la edición.
La FIL de Monterrey no pretende competir con otras. Tiene un carácter especial, como la feria del libro preeminente para el norte del país. Así se ha logrado posicionar. Y vaya que hacía falta.
Me refiero a que hace falta, porque las ferias del libro juegan un papel primordial en el ecosistema del libro. Sin duda las librerías son el canal más importante para llegar a los lectores y en este espacio lo hemos comentado. Las ferias del libro no compiten con las librerías, sino que complementan esta labor. En las ferias del libro, que duran unos pocos días, los lectores encuentran una amplia oferta editorial, que está siempre disponible en las librerías de la zona.
En 2023 hubo cambio de estafeta en la dirección de la FIL de Monterrey. Asumió la dirección un experimentado integrante de la comunidad cultural, exdirector de EDUCAL, Henoc de Santiago.
Bajo la égida de la Decana Nacional de la Escuela de Humanidades y Educación, Judith Ruiz Godoy, la presidencia de Carmen Junco y la dirección de Henoc de Santiago, la FIL de Monterrey mantuvo su lugar y se reafirmó en 2023 como el proyecto cultural más importante del norte de México. Logró atraer a más de 282 mil asistentes, más de 82 mil niños y niñas que disfrutaron actividades en el pabellón de la niñez, así como más de 600 autores e invitados especiales.
Este 2024, las letras llevan al norte, y la FIL de Monterrey se llevará a cabo del 28 de septiembre al 6 de octubre. En su página en internet se lee este enunciado que describe magistralmente lo que debe ser una feria del libro: “Somos la celebración de las letras y el pensamiento; el recinto donde prospera el conocimiento que espera ser encontrado por mentes curiosas; un ambiente para estimular el intelecto y despertar la imaginación, para vivir experiencias y compartir momentos con nuestras amistades y nuestra familia”.
Deseo todo el éxito, que sé que lo tendrá, a esta nueva edición de la FIL de Monterrey. El norte se lo merece.