Más Información
Ken Salazar resalta colaboración de México-EU contra cambio climático; refuerza el liderazgo de América del Norte en la lucha
Erradicación de la violencia de género, prioridad de Olga Sánchez Cordero; aboga por la igualdad desde la infancia en congreso 50+1
Jueces y magistrados acusan registros “inflados” en inscripción a elección judicial; exigen transparentar listas de aspirantes
Diputada del PAN plantea reforma para ampliar servicios de atención infantil; va por estrategia enfocada en Primera Infancia
Mauricio Kuri garantiza seguridad tras ataque a bar Los Cantaritos; niega que conflicto de otros estados se traslade a Querétaro
cultura@eluniversal.com.mx
Pilar Abel, la mujer que interpuso una demanda de paternidad para ser reconocida como descendiente de Salvador Dalí y logró incluso que exhumaran el cadáver del pintor, no es su hija.
La falsa hija del pintor surrealista tendrá que pagar el costo del proceso judicial, según el Juzgado de Primera Instancia nº 11 de Madrid, que desestimó ayer la demanda de filiación. El costo incluye los trabajos para abrir la cripta y extraer del cadáver las muestras de ADN utilizadas en las pruebas de paternidad.
María Pilar Abel Martínez (Figueres, 1956) demandó al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas español y a las Fundación Gala-Dalí, gestores del patrimonio del pintor. La polémica pitonisa televisiva que había llevado a los tribunales al escritor Javier Cercas porque la había utilizado como inspiración para el personaje de una de sus novelas, aseguraba que Dalí había tenido una aventura con su madre.
Según su relato, Antonia Martínez, su madre, trabajaba como criada de una familia de Cadaqués. Y que a principios de los 50, Antonia habría conocido a Dalí en 1955, cuando él, y Gala regresaron de Nueva York. Antonia tenía 25 años y Dalí sobrepasaba los 50.
“Vivieron un amor clandestino”, decía Pilar, pero en el momento en que la mujer se quedó embarazada decidió casarse con un hombre de 29 años, Juan Abel, que le dio sus apellidos a la hija.
Una juez consideró plausible esa historia y ordenó exhumar el cuerpo del pintor en julio pasado. En las pruebas biológicas se cotejaron muestras genéticas de Pilar, de su madre y de los restos extraídos de la de Dalí. La sentencia de ayer confirma los resultados y castiga a Abel a pagar todo el proceso “por la temeridad que supuso”.
Abel aún puede interponer un recurso de apelación contra la sentencia , y ayer confirmó a EL UNIVERSAL que lo hará. Reconoce que ha gastado mucho dinero en un proceso judicial que se ha alargado casi diez años.
La recompensa si hubiera tenido éxito era jugosa. El legado de Dalí es incalculable. La defensa de Abel consideraba que representarían unos 300 millones, sólo en reproducción y a ella le correspondería el 25%.