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En el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) lo que menos hay es transparencia. Eso ha quedado claro en más de una ocasión y ahora al amplio listado se suma que el martes pasado el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales ordenó al Consejo encabezado por María Elena Álvarez-Buylla “dar a conocer los documentos, reportes financieros o informes en los que se observe el presupuesto anual destinado al Foro Consultivo Científico y Tecnológico A.C., de 2013 a 2018”, esto después de que una persona solicitó esa información y el Conacyt señaló que la información requerida es reservada. Sin embargo, nos recuerdan que esa información ya es pública, por ejemplo, en el libro que hizo el Foro por sus 18 años están los “Informes Técnicos Financieros”, donde se avala que no hubo mal manejo de recursos, y en la denuncia que presentó Conacyt contra los 31 científicos están los convenios de asignación de recursos, es decir, donde se autorizó la asignación de presupuesto. Entonces surge la duda, ¿en Conacyt no saben de la información que tienen o es tal la opacidad que niegan información que incluso ya es pública?
Secretaría de Cultura confunde sobre acervo de Lavista
La Secretaría de Cultura tiene una extraña forma de confundir un convenio de “resguardo temporal” con una “carta compromiso para la salvaguarda, resguardo y difusión”. Hace unos días, la dependencia anunció que el acervo sonoro de Mario Lavista, fallecido en noviembre pasado, se quedaría en la Fonoteca Nacional, pues su hija, la coreógrafa Claudia Lavista, “entregó 226 casetes, 62 cintas de carrete abierto y 2 discos láser de la colección”. Incluso, la dependencia hizo hincapié en que fue el propio músico quien tomó la decisión. La artista recibió decenas de llamadas de alerta de amigos y le pidieron que desistiera de la donación. Resulta que Claudia sí entregó ese material, pero sólo temporalmente. También entregó otra parte al Cenidim para su resguardo y digitalización, pero el acervo total se irá a una institución académica de Estados Unidos porque el propio músico así lo quiso. La razón es conocida: no confiaba en la actual administración. En enero de 2021, Mario le dijo a la revista "Paso Libre" que no quería donar su acervo a la institución porque le habían recortado presupuesto y prefería depositarlo en Estados Unidos, particularmente en la Universidad de Austin, en donde estaban muy interesados. Sí es verdad que Mario entregó una parte, pero Claudia desconoce los términos de esa entrega. Lo que sí tiene claro es que su padre tenía serias dudas, no del valor de la Fonoteca, sino de sus administradores. La entrega temporal permitirá el resguardo y la digitalización para que en México exista una copia. ¿Qué ganaban la Secretaría con un anuncio tan confuso?