Madrid. —Más de 200 artistas de diferentes disciplinas culturales mostraron su indignación ante los atropellos a la libertad de expresión que se están produciendo en España al amparo de una legislación que permite sanciones desproporcionadas.
El detonante para la movilización fue la condena a prisión del rapero Pablo Hasel porque sus canciones, según los jueces, enaltecen el terrorismo y son injurias a la monarquía y otras instituciones del Estado.
El cantante ingresará a prisión para cumplir una pena de nueve meses, periodo que se puede alargar hasta los dos años y medio debido a las multas económicas que conlleva su sentencia y que el artista no liquidará, ya que se ha declarado en rebeldía.
La protesta contra la condena de Hasel ha sido impulsada fundamentalmente por cantantes, cineastas, actores y músicos, entre ellos Pedro Almodóvar, Javier Bardem y Joan Manuel Serrat, que denuncian que la persecución a raperos, tuiteros y periodistas, así como a otros representantes de la cultura y el arte, por intentar ejercer su derecho a la libertad de expresión, se ha convertido en una constante en el país ibérico.
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En México, el senador de Morena Ricardo Monreal ha abierto el debate en distintos sectores al expresar su intención de regular el uso de las redes sociales.
En España, el encarcelamiento de Hasel hace que la espada de Damocles que cuelga sobre la cabeza de todos los personajes públicos que osemos criticar públicamente la actuación de alguna de las instituciones del Estado se haga aún más evidente, agregan los artistas.
“Es necesario que se difunda esta situación a nivel internacional, para poner de relieve en qué situación estamos. Somos conscientes de que, si dejamos que Pablo sea encarcelado, mañana pueden ir a por cualquiera de nosotros, así hasta conseguir acallar cualquier suspiro disidente”, advierten en el comunicado en el que piden la libertad del rapero y la expulsión del Código Penal de los delitos que cercenan la libertad ideológica y artística.
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Fernando Trueba, Santiago Auserón, Luis Tosar, Emma Suárez, Vetusta Morla, Ismael Serrano, Pedro Guerra y Aitana Sánchez Gijón son otros tantos nombres del mundo de la cultura y el arte que suscriben el manifiesto contra la vulneración de la libertad de expresión.
“En España estamos viviendo una situación antidemocrática, con 15 personas condenadas por crear. Es algo que debemos denunciar, porque no puede ser que un país que se considera democrático y del primer mundo esté en una situación como ésta. Sin libertad de expresión, no hay democracia”, señala a EL UNIVERSAL Abel Azcona, especialista en performances y uno de los firmantes del manifiesto.
El artista considera que el actual déficit democrático es herencia de la dictadura de Francisco Franco (1939-1975).
Junto a los artistas, también hay juristas que alegan que Hasel nunca superó los límites de la libertad de expresión, por lo que no procede su penalización. El Vicepresidente segundo del Gobierno español, Pablo Iglesias (Unidas Podemos), se sumó a la protesta al asegurar que nadie debería ir a la cárcel por delitos de opinión.
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Organizaciones humanitarias, como Amnistía Internacional (AI), consideran demasiado vago el artículo 578 del Código Penal español, que castiga la incitación a la violencia, y critican su uso abusivo por parte de algunos jueces. Por ello demandan la desaparición del Código Penal de los delitos de enaltecimiento del terrorismo e injurias a las instituciones del Estado, ya que vulneran los estándares internacionales.
“Enviar raperos a la cárcel por letras de canciones y prohibir la sátira política demuestra cuán estrechos se han vuelto los límites de la libertad de expresión online en España”, apunta Esteban Beltrán, director de AI en el país ibérico.
El gobierno de coalición de izquierdas que preside el socialista Pedro Sánchez se comprometió a modificar el Código Penal para que no perseguir los excesos verbales que se puedan producir en las manifestaciones artísticas, culturales o intelectuales.
Los delitos que se le imputan a Hasel se remontan a 2014 y 2016, cuando en redes sociales difundió varias canciones y mensajes en los que elogiaba la actuación de algunos miembros de grupos terroristas. Hasel también imputó a la monarquía varios delitos mucho antes de que el rey emérito Juan Carlos se autoexiliara en Emiratos Árabes para escapar del acoso de la prensa, luego de cometer presuntos ilícitos fiscales que están siendo investigados.
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La privación de libertad de Hasel no es la única que ha generado controversia en España. El también rapero Valtònyc se vio obligado a exiliarse en Bélgica en 2018 luego de ser castigado a tres años y medio de cárcel por las letras de sus canciones que, según los jueces españoles, contenían delitos de amenazas, exaltación del terrorismo y calumnias a la corona. Humoristas, titiriteros y usuarios de las redes sociales también han sido condenados por las mismas causas.