“Gallo, el planeta estalla”, el poemario con el cual el escritor Lázaro Izael, obtuvo el Premio Hispanoamericano de Poesía para la Infancia 2023 que otorga la Fundación para las Letras Mexicanas, nació a partir de una de una nota periodística en la cual se informaba que la NASA había mandado un pequeño robot a Marte para que registrara este planeta rojo. Esa noticia detonó la poesía para tratar de generar una conciencia del mundo que habitamos y cómo lo compartimos con las otras especies y con la naturaleza que nos rodean, asegura el autor.
“Esta voz poética lo que hace justo es ir a Marte a encontrar allá una población de pequeños gallos, un gallo colorado que habita el planeta y a través del cual empieza a conocer también ese mundo, tomando al otro como un compañero y un sujeto que le muestra desde otras perspectivas a habitar el planeta”, afirma Lázaro Izael.
El poeta que obtuvo este galardón en su vigésima edición, asegura que los seres humanos desde la llegada a la Luna hemos estado siempre pensando en la colonización de los planetas, en ir a vivir al espacio, un sueño muy occidental, “no es una mirada no antropocéntrica, sino a partir de habitar y convivir con otras especies y mostrar un respeto por otras formas de vida como podemos convivir con estas otras formas de vida y también un deseo porque la tierra no termine”.
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Para el poeta de 26 años originario de Saltillo, Coahuila, los poemas también sirven para conocer y esa certeza la ligó con la voz del poeta, que es también la del infante, que se atreve a preguntarse todo, que desea aprender e investigar sobre el nuevo planeta que va a descubrir.
“Creo que las infancias todo el tiempo se están cuestionando el mundo, hay un interés y una investigación para conocer el mundo y que para mí es algo, que también hace mucho la poesía, considero a la poesía un método para conocer el mundo”, dice Lázaro Izael, quien afirma que siempre ha creído que una de las cosas que hace la poesía es hacernos conscientes del mundo que habitamos y de las cosas que hay a nuestro alrededor.
“Para mí todos los poemas son poemas de amor, de un profundo amor a la vida, al mundo. En la infancia es donde podemos plantar estas semillitas y estas pequeñas imágenes para que al crecer podamos seguir habitando el mundo desde esa conciencia. La poesía puede ser esta celebración de la vida”, asegura el también ganador de Premio Nacional de Poesía Dolores Castro por su libro “Envilecidas como hienas miramos la espesura de ese cielo”, y del VIII Premio Iberoamericano de Poesía Joven Alejandro Aura por “Mamá, el campo”.
Lázaro asegura que muchas veces pensamos que el hecho de contar historias está en otros lugares, en la narrativa y en la ficción, olvidando que la poesía nos enseña también a imaginar, no solo habla de del yo y de lo que vivimos, sino también de lo que podemos llegar a vivir e imaginar y nos ayuda a imaginar futuros posibles y mejores.
“La poesía siempre desarticula el lenguaje, es un acto total de rebeldía, la poesía nos enseña a desarticular la lengua. Y en la infancia estamos muy cerca del lenguaje, nos permitimos jugar con las palabras, con los significados, con los sonidos, entonces tenemos esta relación más corporal con el lenguaje”, dice el autor.
“Gallo, el planeta estalla”, afirma Izael, es un deseo de poblar a los niños de palabras y reconocerles el poder creador en la relación que ellos tienen con el lenguaje. “Con la pandemia las infancias salieron de las calles, muchas veces invisibilizamos a nuestras infancias, pero en realidad lo que tendremos que hacer es siempre estarles acompañando y hacerlos partícipes también de la vida pública. Estamos en un país cargado de violencia, de relaciones muy complejas y creo que podemos darle la vuelta a eso y si desde la infancia partimos de esa ternura, podemos conservarlo y extenderlo a nuestra vida”.
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Dice que él fue becario de la Fundación para las Letras Mexicanas y una de las lecciones que le dejó profundamente marcada, es que, para acercarnos a la universalidad, siempre tenemos que hablar de nuestra propia isla, que es el camino para conectar con los otros. “Mi papá se dedica a la cría de aves de combate y desde muy pequeño estuve relacionado con estos animales y aprendí también a darme cuenta de cómo los métodos de crianza siempre están cargados de mucha ternura y de mucho amor”.
Lázaro Izael es estudiante de la licenciatura en Letras Hispánicas de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Nuevo León y del Diplomado en Guión Cinematográfico por el CCC. Fue becario de la Fundación para las Letras Mexicanas en el periodo 2020-2022 y del Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico (PECDA) Coahuila 2023. Ha publicado en revistas como Periódico de Poesía y Punto de Partida, entre otras.
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