Más Información
Diputadas celebran a emprendedoras; reconocen a la doctora Araceli Alonso, incluida en las 100 mujeres líderes
Yasmín Esquivel defiende la reforma judicial en Con los de Casa; alejado de la realidad pensar que es una venganza política, afirma
Elección judicial: Aspirantes a cargos comparten carta de motivos y hasta currículum; “Justicia no debe ser inaccesible”, afirman
Niño de 3 años toca “la campana de la victoria” por vencer al cáncer; recibió quimioterapias en el IMSS
Tres de cada 10 estudiantes es víctima de violencia en planteles; exigen reforzar medidas de seguridad
cultura@eluniversal.com.mx
La obsidiana fue el objeto más usado por horas en el lugar donde los hombres se convierten en dioses. Los ojos de miles de visitantes observaron el eclipse parcial de Sol a través de ese vidrio volcánico en la zona arqueológica de Teotihuacán, escenario idóneo para atestiguar el fenómeno natural.
Desde antes del mediodía, frente a la Pirámide de la Luna se realizó una ceremonia prehispánica, “Ritual de la Tortuga”, le llamaron grupos de la prehispanidad, activistas y residentes Del Valle de Teotihuacán, junto a cientos de turistas nacionales y extranjeros que llegaron por la Calzada de Los Muertos.
Antes de las 13:19 horas, cuando el eclipse solar alcanzaría su máximo nivel de esplendor, los miembros de los grupos que defienden las tradiciones prehispánicas formaron un cuadro en la base estructural, casi al pie de la Pirámide de la Luna y cantaron, oraron en silencio y meditaron.
Las nubes bloquearon al sol a las 13:19 horas, por lo que algunos pensaron que la oscuridad, aunque por unos instantes, se presentaría en ese lugar. Eso nunca ocurrió, ante el desencanto de muchos que se conformaron con observar el eclipse parcial.