El Museo Franz Mayer presentó una nueva sala de exposiciones: Pintura y Grabado. Del Medievo al Modernismo, que inició actividades con una selección de 56 obras —36 pinturas, 17 grabados, dos ejecutorias de Hidalguía y un libro antiguo— que fueron realizados durante las últimas décadas del siglo XV y el primer tercio del siglo XX.
“Esta nueva sala se suma a nuestras salas permanentes, que normalmente han estado dedicadas a las artes decorativas, a la diversa tipología de la colección Franz Mayer, como la cerámica, la plata, el mobiliario y las obras artísticas que coleccionó Franz Mayer, y algunas otras que se han ido incorporando. Estas salas permanentes fungían como un ‘acento’ que ayudaban a contextualizar el recorrido, pero de alguna manera no permitían que nuestros visitantes centraran su atención, por lo que tomamos la decisión de retomar una idea que ya existía aquí y poder seleccionar las obras más representativas para inaugurar esta nueva sala de pintura y grabado”, dijo la directora del museo, Alejandra de la Paz Nájera.
La directora del recinto indicó que se tomó la decisión de abrir ese nuevo espacio como parte de un proyecto a mediano y largo plazo “que tiene que ver con renovar las salas permanentes, generar mayor rotación de las obras, que los visitantes pueden disfrutar y conocer, tomando en consideración que de la colección estamos hablando de más de 800 obras, de grabado hay cerca de 700 y cerca de 10 mil objetos de distintas latitudes y épocas artísticas”.
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La nueva sala, Pintura y Grabado. Del Medievo al Modernismo, inicia con una selección de 56 obras de Albrecht Dürer, Rembrandt van Rijn, Juan Correa, José de Ribera “el Españoleto”, Diego Rivera, Joaquín Sorolla y Antonie Waterlo, por citar algunos, que en conjunto “dan cuenta de las transformaciones técnicas, plásticas, compositivas y teóricas, desde la Baja Edad Media hasta los albores de las vanguardias”.
La nueva sala es parte de un proyecto de renovación del recinto.
Las obras fueron dispuestas de forma cronológica, indicó Abraham Villavicencio, curador del museo. De esta manera se inicia con la pintura más antigua de la colección Franz Mayer: San Hipólito bendiciendo a su familia al regreso del funeral de San Lorenzo, de Luis Borrassá, que fue elaborada entre 1419 y 1424, en tanto que la más actual es Paseo de los melancólicos, que Diego Rivera elaboró en 1904.
Villavicencio detalló que en ese nuevo espacio estaba la Sala dedicada al siglo XIX: “Tenemos un plan muy ambicioso y por ello lento, de renovar todas las salas permanentes. Había un guión cronológico en las salas del siglo XVI, XVII, XVIII y XIX, pero hemos iniciado un proceso de transformación en el guión museográfico que primero será por tipologías, una sala de cerámica, de platería… la idea es mostrar el mobiliario, los objetos para guardar o escribir. Entonces va a ser un recorrido tipológico donde podamos también apreciar las transformaciones materiales y técnicas y, por otro lado, las dinámicas sociales, porque tampoco podemos dejar de lado que la pintura misma responde a intereses distintos de sus propios momentos en que fueron producidas”.
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Por el momento, los grabados que se exhiben en Pintura y Grabado. Del Medievo al Modernismo estarán únicamente por seis meses, pues el curador explica que dadas sus características tras ese tiempo deben “guardarse y reposar de la oscuridad y en posición horizontal” y las pinturas se prevé que permanezcan al menos un año, para que puedan ser presentadas otras obras.