Querétaro.- Dos mensajes principales forman parte de la misión de Kailash Satyarthi (Visisha, India, 1954), activista por los derechos de las infancias y Premio Nobel de la Paz 2014: el uso de la compasión como herramienta política y social para detener las crisis por guerras, pobreza y explotación; y la visibilización de que los derechos de los niños no son prioridad para los gobiernos del mundo.

Satyarthi, autor del libro Salvemos a la infancia. La lucha de un hombre contra la explotación infantil (Editorial Grano de Sal, 2019), fue uno de los platos fuertes del , que se llevó a cabo la semana pasada, en donde dio una charla sobre su lucha contra el maltrato y la explotación a infantes, y relató que ha ayudado a miles de niños de diferentes países.

Previo a su participación en el Hay Festival Querétaro, Kailash Satyarthi charló con EL UNIVERSAL acerca del uso de la cultura y la educación como puentes para combatir la explotación infantil. Expresó que sigue en la búsqueda de que la compasión sea un elemento que los gobiernos tengan en cuenta para combatir la violencia hacia las infancias del mundo.

Lee también

“Primero, antes que nada, debemos entender que los seres humanos no vivimos en aislamiento. Vivimos en un mundo interconectado. Todos tenemos que trabajar en conjunto para encontrar las soluciones a estos problemas. Lo elemental es hacer entender que los problemas de cada uno también afectan a los otros, los problemas, no importa su tipo, deben ser solucionados pensando en ayudar a los otros, eso es lo elemental”, expresó Satyarthi.

El activista, quien es fundador de la organización civil Centro Internacional sobre trabajo infantil y educación, apuntó que a través de la cultura se puede dialogar acerca de la explotación infantil, y puso de ejemplo al Hay Festival Querétaro, que este año tuvo como epicentro la reflexión sobre la polarización y diferentes violencias que enfrenta el mundo a través de literatura, arte y música.

“Hace falta más diálogo, este festival es un gran ejemplo, ya que se conjugan diferentes ideas y opiniones, y eso es lo interesante, ver cómo se confrontan los ideales que hemos cargado toda la vida con otros, con personas de otras partes del mundo, esa es la clave para construir puentes a través de la cultura y la educación”, afirmó.

Lee también

Sobre cómo se puede combatir la división de pensamiento y la polarización, fenómenos que se han acrecentado en los últimos años, el Nobel de la Paz afirmó que el primer paso es identificar a los lideres del mundo con ideales comunes y construir soluciones.

“Lo primero es identificar a los lideres que puedan aportar verdaderas soluciones, a eso me he dedicado los últimos años y de eso trata mi libro, de hacer de la compasión una herramienta de los gobiernos. Pero lo primero es eso, acercarnos y hablar, es fundamental”, apuntó.

“Lo primero es identificar a los lideres que puedan aportar verdaderas soluciones, a eso me he dedicado los últimos años y de eso trata mi libro, de hacer de la compasión una herramienta de los gobiernos. Pero lo primero es eso, acercarnos y hablar, es fundamental”, apuntó.

Sobre el combate a la explotación infantil, Satyarthi expresó que el problema no es lo suficientemente visible en la actualidad, pero es una realidad que afecta a decenas de naciones.

Lee también

“Se debe hablar más fuerte y directo de los niños y del tema de la explotación. Lamentablemente el tema no se toca mucho, los gobiernos y lideres no lo tienen en su lista de prioridades, por eso debemos hablar, resonar y hacer que ellos escuchen, y también es misión que las juventudes y nuevas generaciones sepan de este tema, que sepan y que alcen la voz para que ellos puedan acabar con esto”, recalcó.

Para Satyarthi, la erradicación de la explotación infantil es posible, sin embargo, los gobiernos ignoran las soluciones. “Sabemos que los gobiernos conocen los problemas y saben las soluciones, pero no se aplican. El problema es que hay una marcada división entre los que quieren solucionar el mundo y quienes quieren crear caos”, enfatizó.

“Considero que, para todos los problemas, se debe pensar en resolverlos sin pensar en uno mismo, eso es lo que se llama compasión. Llevar la compasión a las agendas públicas es en lo que trabajo ahora mismo”, concluyó.

Comentarios