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En un conjunto de edificios de un piso de altura, en medio del bosque de la Cuarta Sección de Chapultepec , estará la Bodega Nacional de Arte que albergará obras de arte de los museos del INBAL .
Una parte ha sido liberada, pero otra aún es parte de las instalaciones militares. En el Plan de Obras, que publicó el gobierno de la Ciudad de México en enero pasado, se le llama la Bodega Nacional de Artes y Talleres de Arte y Oficios, y se plantea que tendrá cuatro bodegas de arte, una bodega visitable, mediateca, biblioteca, ocho talleres para el Cencropam del INBAL; ocho talleres de artes y oficios, galería, cafetería, restaurante y estacionamiento. La inversión total será de 500 millones de pesos, de los cuales 300 se ejecutarán este 2022. El área es de 46 mil metros cuadrados.
“En el caso de la Bodega Nacional de Arte, la intención es recuperar las infraestructuras, dotarlas de unas cajas interiores con su propio clima, para guardar todo el arte que ya no cabe en los museos. Sólo serán tres edificios nuevos; lo que haremos es limpiar, sacudir elementos, dejar las estructuras preexistentes, y dotar de un programa”, describe el arquitecto Mauricio Rocha .
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“Si bien, requieres, para unas bodegas serias, climatización y humidificación específicas de las obras, la propuesta es que, en la Ciudad de México, con una temperatura entre 17 y 22 grados, lo que necesitamos evitar es que el Sol entre a los edificios, y ya internamente estarán en esas cajas –con sistemas de muebles profesionales para guardar las obras de arte, como los que tienen el Munal o el Tamayo-. Lo que decidimos es que toda la energía de aire acondicionado y humidificación se concentre en las cajas, pero no en los pasillos, lo que lo hace muy económico en cuanto al gasto de energía”.
La licitación se hará este año; lo que falta es que el Ejército acabe de entregar los espacios para que entren a trabajar ahí.
“La oportunidad de que ahí estén las bodegas permite construir a conciencia un proyecto de arte y archivo, por lo tanto, hemos platicado mucho de la importancia de que por ejemplo haya ahí una biblioteca, como la del IAGO en Oaxaca; es el sueño, con libros especializados en arte y cultura, y del otro lado una galería; la biblioteca debe ser biblioteca-mediateca para que se tenga un acervo digital de lo que hay adentro en las bodegas, para ser consciente con lo que es archivo; vamos a hacer una librería, tienda y un auditorio, además de la zona de Cencropam”, describe Rocha.
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¿A futuro, el mantenimiento será muy costoso?
—Hemos hecho todo lo posible para que, además del gasto de construcción, sea una arquitectura con materiales aparentes que exigen mantenimiento mínimo; una ventilación, orientación y condición solar para que la situación térmica sea la adecuada. Que se demande el gasto de energía mínimo, con la garantía de que son las mejores condiciones para una película, o para que la obra esté bien resguardada, y que no se tengan grandes gastos.
¿Qué habrá en los talleres?
—Los talleres tendrán que ver con temas de restauración, del entendimiento del arte y las condiciones para que sobrevivan. Eso es parte de la vocación de ese espacio; la conciencia del archivo. Si Cultura arma el programa, eso le dará a la gente la oportunidad de ir a un lugar no solo a echarse una cascarita, sino a concientizarse en lo cultural, desde qué es un archivo, una obra y por qué su valor, hasta por qué es importante el cine de culto o por qué es importante, y finalmente, tener ríos vivos.
