En el poblado de San Antonio Xahuento (Tultepec, Estado de México), la administración local comenzó a trabajar en la cuarta celda para el confinamiento de basura.
Los trabajos para ese relleno sanitario iniciaron en enero de este año. Sin embargo, mientras realizaban una serie de excavaciones tuvieron que detenerse, porque encontraron restos.
La administración, encabezada por Armando Portuguez Fuentes, comunicó el hallazgo al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
También lee: Primera trampa de mamut en el mundo, hallada en Tultepec
Entonces un grupo de especialistas del Instituto comenzó a trabajar en el sitio y encontró 800 huesos que corresponden a por lo menos 14 mamuts, aunque el hallazgo representa un aporte histórico mundial más importante: los restos se encuentran en un contexto de cacería y destazamiento.
Durante nueve meses, un grupo de especialistas comandados por el arqueólogo Luis Córdoba Barradas realizó diferentes excavaciones y encontraron además de los restos de mamuts, dos vértebras y una mandíbula de camello, así como un molar de un caballo.
Los huesos fueron ubicados por los especialistas en tres secciones, sin embargo, el aporte científico va más allá, porque todos se encuentran en una “línea de trampa”, es decir, en un contexto de cacería.
La aseveración de que en ese territorio los mamuts fueron objeto de caza se debe a las señales que encontraron en algunos huesos, como por ejemplo en un cráneo.
En uno de los cráneos de mamut, explicó Córdoba Barradas, se halló una marca al frente que aparentemente fue provocada por un ataque con lanza por parte de seres a quienes denominó cazadores recolectores.
También lee: Además de Tultepec, restos de mamut que han aparecido en México
La marca en el cráneo mide poco más de 15 centímetros de largo, es decir, se ve que la lanza pegó de frente, no se clavó en el hueso, sino que resbaló y marcó un zurco.
El cráneo no fue el único hueso con marcas; esas señales también estaban en costillas: “Pero este hueso fue usado más bien como una tabla de carnicero, esto quiere decir que donde moría el mamut, ahí mismo los destazaban y se llevaban las partes útiles”.
Para poder fechar con precisión, estos restos serán sometidos a pruebas como la de Carbono 14, aunque, dijo el especialista, aún no ha sido seleccionada la institución que realizará los estudios.
Otro análisis son, por ejemplo, los de las escápulas, porque consideran que tenían cierta utilidad, pues de las seis que se han encontrado, todas son derechas, “faltan las izquierdas, ¿por qué?”, se pregunta.
Algunos de los restos ya fueron trasladados al Museo del Mamut (Tultepec), otros siguen en el vertedero, pero, reconoció el arqueólogo, hacen falta recursos. Su equipo está conformado por sólo cinco personas.