Se cumplieron dos años, el 2 de abril, del anuncio en Palacio Nacional del proyecto para Chapultepec y hacemos el balance de qué nos ha dejado y para dónde va. A pesar de que todo cambió con la pandemia , hace un mes, el 31 de marzo se esperaba conocer, por fin, la integración del Plan Maestro y, una vez más, no se dio a conocer nada. A dos años de que el Presidente anunció que sería “el espacio artístico y cultural más grande y más importante del mundo” lo artístico y lo cultural son cada vez más secundarios y el proyecto (lo conocido) ha derivado en un tema de movilidad y ambiental que apenas si inicia. Nos recuerdan que aquella mañana el mandatario agradeció que con la “generosidad de la Secretaría de la Defensa” se iban a incorporar 50 hectáreas de esa dependencia al Bosque de Chapultepec, y ese anuncio sólo ayer se formalizó .
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Por otra parte, ¿en qué va la propuesta de articular los museos que anunció Alejandra Frausto esa mañana? Nos quedamos también esperando a que a mediados de ese 2019 nos dijeran los “costos y tiempos”, pero eso sólo lo vamos conociendo cuando en el Diario Oficial de la Federación o en la Gaceta de la Ciudad se anuncian las reasignaciones de recursos de Cultura o los resultados de convocatorias para Sedema o Sobse. Finalmente, ¿hacia dónde va? Para estar enterados, conviene, estimado lector, no indagar en las oficinas de Cultura federal sino en las de la CDMX, aunque los pagos vengan de la bolsa de Cultura, que ya parece la caja chica de la CDMX . Lo único que parece avanzar en este proyecto prioritario de la Presidencia va por cuenta de la comunidad cultural que ha decidido llevar a los tribunales el tema con un amparo que mañana presentarán en contra del Proyecto Chapultepec Naturaleza y Cultura. La iniciativa, impulsada por el Movimiento Colectivo por la Cultura y las Artes de México (MOCCAM) reunió a colectivos y ciudadanos. Son más de 300 verificados y con todos los requisitos.
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