Más Información
UNAM abre nueva etapa con China; se reúnen el rector y el ministro de Educación para profundizar relación universitaria
Claudia Sheinbaum presenta declaración patrimonial; reporta un departamento de 2.7 millones de pesos y un Aveo 2013
Desde box hasta trampolín Fitness; clases masivas como estrategia de Claudia Sheinbaum para incentivar el deporte
Universidad Autónoma de Guerrero entrega doctor Honoris a Rosario Ibarra de la Garza; premio post morten fue recibido por su hija
Claudia Sheinbaum se reúne con familiares de mineros atrapados en El Pinabete y Pasta de Conchos; continúan rescates, asegura
En su versión digital, Confabulario dedica su número al Movimiento Estridentista. Se celebran los 100 años de aquella tarde donde un grupo de estridentistas: intelectuales, poetas, artistas, ilustradores se reunieron en un café de la avenida Álvaro Obregón en el Café Europa, ese mismo día bautizado como el Café de Nadie por uno de los presentes.
El encuentro cultural fue convocado por el fundador del movimiento, el poeta y abogado, Manuel Aples Arce, quien convirtió el Café Europa en su centro de operaciones y artísticas. Tres años antes, había publicado el manifiesto que sentaba las bases de la vanguardia mexicana de la época, visionaria a su época.
Destacadas figuras del estridentismo que aquella tarde se reunieron lo hicieron en un momento de convulsión política interior y frente a las amenazas extranjeras que suponía la entrada del comunismo al equilibrio mundial: preocupaba a Estados Unidos que México, su vecino, adoptara un sistema político contrario a sus intereses. El país, además, venía de una revolución armada y apenas levantaba los cimientos de la institucionalidad.
Un grupo de jóvenes se sentaron a las mesas, liderados por Maples Arce y su mano derecha: Arqueles Vela. La tertulia estuvo repleta de ideas y efusión.
En un recuento del hecho, resalta el espacio editorial en donde germinó esta vanguardia mexicana: El Universal Ilustrado, ahí tanto Maples Arce como Vela y otros más como Fernando Bolaños Cacho, ilustrador de ese suplemento cultural, proyectaron sendos escritos y piezas visuales de primer nivel.