El "Miguel Bernal Jiménez" se ha consolidado a través de las décadas como uno de los más representativos y famosos del país, pero hace 35 años, cuando surgió, su línea era diferente.

Verónica Bernal, directora del festival, cuenta que uno de los sueños que dejó consignado en sus escritos era crear un festival de primer mundo para su ciudad, Morelia. Él murió, sin embargo, a los 46 años, pero logró concretar varios proyectos: dirigir el Conservatorio de Las Rosas; fundar "Schola cantorum: revista de cultura sacro-musical"; ser decano del Colegio de Música de la Universidad de Loyola en Nueva Orleans; convertirse con "Tata Vasco" en uno de los primeros mexicanos que estrenó una ópera en Madrid, durante la década de 1940. "Dejó un legado de 150 obras, pero nunca vio concretado el proyecto de hacer un festival", continúa.

Muchas décadas después de su muerte, Miguel Bernal hijo visitó el Conservatorio de las Rosas y lamentó que el proyecto de su padre estuviera en el abandono. Entonces —cuenta la también nieta del compositor cuyo nombre lleva el festival— él buscó a la iniciativa privada y les planteó el proyecto muy bien estructurado de una escuela de música que abarcara de preescolar a posgrado: el Conservatorio de Las Rosas. Los inversores querían ver, de alguna forma, el reflejo de su marca, lo cual dio pie a la creación del Festival de Música de Morelia en los primeros días de julio de 1989. Empezó, en parte, como un proyecto familiar en el que amigos, primos, tíos se encargaron de la organización y la logística. "El Festival surgió para que las empresas invirtieran en el proyecto del Conservatorio", abunda Verónica.

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Luego se enteraron, gracias a Lorena Díaz Núñez, biógrafa de Bernal Jiménez, de una feliz coincidencia: el compositor tenía el proyecto de hacer un festival de música. El Festival quizá nunca hubiera existido sin el Conservatorio de Las Rosas, que es su "alma mater". Pero con el tiempo adoptó su personalidad propia hasta que en 2006 se decidió que ambos proyectos se separaran como dos asociaciones civiles independientes. "El festival iba creciendo enormemente. A veces, en el tema de los apoyos federales, si en una asociación civil ya entra un proyecto, no puede entrar otro", continúa Verónica.

"A lo largo de estos 35 años, el Festival se basa en dos pilares fundamentales: el primero es traer lo mejor de la música de concierto a Morelia y México; el segundo tiene relación con el tema académico y se centra en que los artistas ofrezcan clases y cursos para los estudiantes de música del país, para quienes es difícil, por razones económicas, ir a Austria o San Petersburgo, por ejemplo, con el fin de crecer académicamente". El festival planteó, entonces, traer año con año a artistas que le ayuden a los jóvenes a mejorar su formación, y ser un puente para ir a estudiar al extranjero y presentarse en otros festivales de peso. Hace nueve años se definió, también, el tercer eje del proyecto: hacer orquestas comunitarias con niños y jóvenes para que aquellos que vivan en zonas violentas no se conviertan en consumidores de droga o fueran reclutados por el narcotráfico.

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Para este año, en que el festival celebra su edición 35, hay más de 700 artistas provenientes de 10 países (México, Reino Unido, Italia, Chile, Polonia, Austria, España, Rusia, Brasil, y Letonia) y 55 conciertos que se llevarán a cabo entre el 10 y el 19 de noviembre en recintos, como el Teatro Morelos, Teatro Matamoros, Sala de Niños Cantores del Conservatorio de las Rosas, Centro Cultural Clavijero, Centro Cultural UNAM y Teatro Melchor Ocampo, entre otros.

También hay una actividad programada en la Ciudad de México: la presentación del Chaos String Quartet, de Austria, uno de los principales cuartetos de cuerda, integrado por músicos jóvenes, el 15 de noviembre, a las 19:00 horas, en el Museo Kaluz. Además del Chaos String Quartet, en el programa destaca la presencia del tenor británico Mark Padmore, quien fuera Artista Residente de la Filarmónica de Berlín; Iwo y Karolina, dúo polaco de violín y acordeón que se ha presentado en recintos de la talla del Carnegie Hall; y -Capella de Ministrers Carles Magraner, importante agrupación de música antigua.

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