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nestor. ramirez@clabsa.com.mx
San Cristóbal de las Casas. —La Catedral de San Cristóbal de las Casas permanece sitiada a dos años de los sismos de septiembre de 2017. Una barrera de láminas con muestras de arte urbano impiden el acceso al recinto que tuvo daños estructurales y que permanece en espera de los recursos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden).
No hay llamada a misa, pero la comunidad conoce a qué hora debe asistir a unas oficinas que antes pertenecían a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público que están a un costado del templo. En ese lugar ahora escuchan la celebración con la presencia del obispo Rodrigo Aguilar Martínez, quien recién tuvo una cirugía de hernia inguinal.
En las oficinas que antes pertenecieron a Hacienda la gente se aglomera, pese a que personal aseguró que el lugar no cuenta con las mejores condiciones, ya que por el domo se filtra agua de lluvia.
Rocío Altuzar, madre de una de las pequeñas, sostuvo en entrevista con EL UNIVERSAL que esperan próximamente se abra la Catedral, pues además de la importancia que tiene para ellos, es un atractivo de la ciudad ubicada en Chiapas.
Las heridas a la Catedral también imposibilitaron el uso de su campanario. Semanas después del movimiento telúrico se fueron adecuando espacios para venerar a las imágenes y continuar con sus actividades religiosas, aunque todavía la comunidad mantiene la esperanza de la restauración de los templos, pues en el Pueblo Mágico aún continúan cerrados otros templos, como el exconvento de Santo Domingo y las iglesias de Santa Lucía y San Francisco.
Aunque los fieles de la comunidad chiapaneca esperan que pronto concluyan los trabajos de restauración, personal que labora en las oficinas del templo principal de San Cristóbal aseguró que con los recursos que han recibido de un seguro han logrado cubrir grietas pequeñas y atender la fachada del templo, pero necesitan del Fonden para continuar con los trabajos de mayor importancia.
En la Catedral requieren del dinero del Fonden para atender las afectaciones en las columnas, lo cual es lo más importante de restaurar del interior, ya que éstas sostienen el espacio ceremonial. El Obispo, quien aseguró en un encuentro con los medios que desconoce los porcentajes de reconstrucción que hacen falta, agregó que una vez que se concluyan los trabajos más urgentes se podrá continuar con las operaciones en el techo, el coro y demás afectaciones.
Aguilar Martínez indicó que por parte del INAH han recibido buenas intenciones pues el organismo “está disponible a ejecutar esos recursos”, aunque el problema es conocer quién los tiene.
“Aquí es quién tiene los recursos. El INAH está disponible a ejecutar esos recursos, pero no depende del INAH sino de organismos superiores. Los que tienen los recursos, que lo liberen y que hagan efectivo esto que se destinó a la restauración de templos”, comentó.
El prelado dijo que desconoce si la política de austeridad del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador afecte en el proceso de reconstrucción del patrimonio dañado por los sismos de septiembre de hace dos años: “No sabemos dónde esté ese recurso, si se esté aplicando a algo o simplemente esté retenido”.