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“Estar entre ese grupo de artistas es el honor más grande que puede tener un buen yucateco maya”, dijo el compositor Armando Manzanero, frente al mural México de mil recuerdos del pintor y caricaturista Luis Carreño, que fue develado el jueves en el restaurante The Palm, en el Hotel Presidente Intercontinental.
Carreño, colaborador de EL UNIVERSAL, integró en su cuadro a grandes artistas de México en el siglo XX, hombres y mujeres de distintas generaciones, creadores todos, que hoy son figuras universales. Ahí están Francisco Toledo, Diego Rivera, Frida Kahlo, Consuelito Velázquez, Cantinflas, Chespirito, Lara y José Alfredo, Juan Gabriel y Manzanero mismo, Tongolele y Lola Beltrán, así como Jorge Carreño, padre del caricaturista, y él mismo.
Manzanero y Carreño develaron juntos el mural. A los medios de comunicación, el músico dijo: “Me siento muy honrado de estar dentro de tanta gente importante. Allá (el cuadro) lo dice todo. Es un deleite mirarlo. Lo conocí hace como una semana y me fascinó; a Luisito lo vi y cuando me enseñó el proyecto me enamoré de él, por eso estoy aquí”.
Luis Carreño trabajó durante cinco meses la pintura que mide dos metros de ancho por uno y medio de alto; es un óleo sobre lienzo que conserva rasgos de caricatura en algunos de los personajes.
“Aprendí a dibujar para no tener que hablar”, dijo Carreño, y agradeció la presencia de su familia —su esposa Adriana; sus hijos Joaquín y Luis; su madre, Emma Luisa Limón de Carreño; sus hermanos Jorge y José— y de amigos, como el maestro Manzanero, quien lo ha acompañado a presentar sus trabajos en varias ocasiones. También agradeció a Braulio Arsuaga y al restaurante The Palm, por cobijar su obra.
A la develación asistieron además Enrique Castillo Pesado, Alfredo Suárez (dueño del Polyfórum Cultural Siqueiros), José Díaz, Salvador Riestra, Miguel Lerma, Sergio Corona, Alejandro Ramos y el caricaturista Pedro Sol, entre otros.
“Cuando surgió la idea de un cuadro como éste, se me vino a la mente el nombre de México de mil recuerdos. Todos terminaremos siendo un buen o un mal recuerdo, pero en este caso todos son buenos recuerdos. Los vemos y los disfrutamos a través de su música, pinturas, gracias al actuar… Está mi padre, Jorge Carreño, como querubín. Me centré sobre todo en los intérpretes y compositores, Consuelo Velázquez, el maestro Lara, el maestro Manzanero, glorias mexicanas. Están el maestro Toledo, doña Lola Beltrán, Pedro Infante, Frida Kahlo, Diego Rivera, Chespirito, María Félix, Juan Gabriel, y mi querida Tongolele, que no tuve forma de hacerla venir hasta acá porque vive en Puebla. La idea es que queden, a pesar de esta manera, vivos. Para mí están vivos todos, porque su arte lo seguimos apreciando y conservando. Ellos han trascendido en México y son mexicanos universales”.
Junto a la pintura México de mil recuerdos, en el restaurante hay otras seis pinturas de Carreño, de pequeño formato, de Luis Miguel, Salma Hayek, Pedro Friedeberg, David Alfaro Siqueiros, Silvia Pinal y el torero Diego Silveti.
Carreño contó que la idea de una obra se la hizo Braulio Arzuaga y que él propuso un mural: “Un cuadro de gran dimensión, de dos metros por uno y medio, con las figuras de los grandes personajes de México, y solitos, los personajes, empezaron a salir. De repente salió una composición, una reunión que sería bien interesante pensar qué hubiera pasado si se diera, ¿qué le habría dicho Pedro Infante a Chespirito? El arte nos da la ocasión de convocar”, dijo Carreño y detalló que se tomó alrededor de cinco meses en crear la obra, que rehizo varias veces.
A la pregunta de si quedó fuera algún personaje, Luis Carreño respondió: “Sí, como 2 mil personajes”. El caricaturista tiene una colección de mil 800 dibujos aproximadamente, y su proyecto es crear otros murales reuniendo figuras de distintas expresiones artísticas.