José Carreño Carlón, director general del Fondo de Cultura Económica (FCE), visitó España esta semana acompañando al nicaragüense Sergio Ramírez para la entrega del Premio Cervantes. El profesor recibe a EL UNIVERSAL con motivo de la presentación de la nueva Casa de México en España y la apertura en el interior del edificio de la que será la segunda librería del FCE en Madrid.

Carreño explica que tiene buenas razones para encontrar de su gusto el palacete donde se ubica la Casa de México, en pleno centro de la capital española. “Me gusta porque me tocó seleccionarlo junto a la embajadora, Roberta Lajous, cuando la alcaldesa de Madrid nos puso a disposición varias posibilidades”, explica.

Espera una gran aportación de la Casa a las tareas de difusión internacional de México y la mejora de las relaciones con España. “Habrá espacio para interacciones culturales, populares, artesanía, gastronomía y negocios. Y para el Fondo también será importante”, opina Carreño.

El plan del FCE es dividir su oferta entre la librería que ya tiene, la Juan Rulfo, establecida en la zona universitaria y dedicada a publicaciones de toda América Latina, y la nueva librería, más centrada en temas mexicanos. “También podremos multiplicar las actividades, presentaciones, encuentros... Serán ofertas complementarias”.

El Fondo aspira así a compatibilizar con más medios la labor de difusión de la cultura mexicana y la misión que se propuso hace 80 años de “hacer circular los valores culturales de América Latina de forma horizontal, rompiendo la insularidad tradicional de nuestros países”.

Carreño celebra que este propósito de conexión cultural entre los territorios de habla hispana sea  una de las claves del trabajo del Cervantes nicaragüense, Sergio Ramírez. “Esfuerzos como el de Sergio son importantes tanto en su labor por difundir lo que se hace en esos países como en el de llevar a Managua autores de otras partes”, asegura, subrayando que ésa es una de las claves de que el premio haya sido celebrado como propio por todo Centroamérica, “y en México también es un autor muy querido y se ha asumido como algo propio”.

Ante un público de estudiantes, Ramírez presentó el miércoles en la Universidad de Alcalá una reedición del FCE de su novela de 1975 ¿Te dio miedo la sangre?. “Sergio, con toda su sencillez, dio una lección al alcance de todos. No sólo sobre teoría literaria, sino animando a los jóvenes a leer y crear”, explica Carreño.

La voluntad de tender puentes literarios explica también el nombre elegido para la nueva librería del FCE en la Casa de México, bautizada como Martín Luis Guzmán. “Hubo una lluvia de nombres. Lo que más abundó fueron grandes figuras de México y España o compartidas: Luis Cernuda, María Zambrano, el presidente Cárdenas... Pero todas las partes consensuamos la propuesta de Martín Luis Guzmán no sólo por la brillantez de su prosa, sino porque también fue un precursor de este debate actual sobre la propiedad de la lengua. Él se opuso a la idea de que el español tuviera un dueño”.

Carreño hace mención, pero evita adentrarse en ella, a la polémica suscitada por la decisión del gobierno de Mariano Rajoy de incluir el idioma dentro del paquete de elementos del patrimonio nacional que se encarga de promocionar la oficina de la Marca España. “No ha habido una retractación expresa, pero el miércoles en un acto en la Casa de México el ministro de Cultura español dijo que la lengua no tiene dueño. Fue una forma de retirar una idea que causó malestar en todo el mundo de habla hispana”, considera. Se trató de una de las primeras victorias de la nueva librería Martín Luis Guzmán en su proyecto de defensa de este patrimonio común a las dos orillas del Atlántico.

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