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Guadalajara, Jal.— Un retrato íntimo de Carlos Fuentes, sobre todo de los últimos días de su vida; pero también un retrato del intelectual latinoamericano potente que siempre escuchó a su entorno y manifestó su opinión sobre su realidad, fue la manera en que sus amigos Sergio Ramírez, Héctor Aguilar Camín, Federico Reyes Heroles y Juan Cruz, así como su viuda, Silvia Lemus, lo evocaron ayer al dar cuenta de su pensamiento político.

En el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, y como un homenaje a 90 años de su nacimiento, el escritor nicaragüense Sergio Ramírez dijo que hay dos clases de escritores: los que escribe bien y se callan, y los que escriben bien y se preocupan de la vida pública.

“Obviamente Carlos Fuentes perteneció a esa clase de escritores que tenían una preocupación constante por la vida pública, no quería quedarse callado no sólo sobre los problemas contemporáneos de México sino en general de los problemas de América Latina”.

Sergio Ramírez explicó que una de las grandes preocupaciones de Fuentes fue la relación de América Latina con Estados Unidos:

“Carlos Fuentes sigue siendo para mí la imagen del intelectual que escucha a su entorno y habla en favor de un cambio. Pertenece a los intelectuales sin fronteras, en ese sentido muy “voltairiano”, muy preocupado por la vida pública como lo fue José Saramago, escritores que no eran capaces de callarse”.

Durante el homenaje, Héctor Aguilar Camín contó que Carlos Fuentes era un escritor que escribía mucho y bien, un escritor que pensaba mucho y bien, y anhelaba una sociedad progresista, pero no cerraba los ojos al mundo en el que vivía”.

El escritor e historiador, que fuera amigo de Fuentes enfatizó en el pensamiento político no del escritor sino del periodista:

“Tenía un pensamiento crítico, una mirada mucho más global, una mirada socialdemócrata. “Fuentes acabó siendo un verdadero fanático de la educación
porque decía que la educación
era una verdadera palanca del
desarrollo”.

Por su parte, Federico Reyes Heroles expresó que Carlos Fuentes tenía varias obsesiones tamizadas por la razón, una de ellas era el poder de la palabra. “La palabra no sólo era para regodearse en ella sino que podía tener un impacto en la sociedad e incluso debía tener un impacto en la sociedad, y ese era su característica”.

Reyes Heroles añadió que Fuentes sí utilizó la palabra no
sólo para tener un impacto literario sino en su sociedad. “La lectura de las clases sociales de México fue diferente después de La región más transparente, porque hizo una especie de radiografía de
cómo era ciudad agitada e
intensa”.

El retrato íntimo fue delineado por Silvia Lemus, quien habló del niño globalizado que fue Carlos Fuentes y del intelectual “que se fue vivo”.

La periodista relató los últimos días de la vida del novelista e intelectual que murió el 15 de mayo de 2012. Recordó cómo regresaron a la Ciudad de México luego de un largo viaje por Estados Unidos, Argentina y Chile. “Carlos estaba muy bien, muy fuerte, por eso digo que Carlos se fue vivo porque estaba estupendo. Estaba muy bien”.

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