“ Señora Canciller : siga firme y no se raje. No debemos aceptar ni embajador ni embajadora que no corresponde a los estándares diplomáticos mexicanos que tiene un cuerpo de carrera excelente”.
Así lo tuiteó, contundente y directa, la feminista y ex diputada panameña Teresita Yániz, viuda del ex vicepresidente panameño Ricardo Arias Calderón, en apoyo a la ministra de Relaciones Exteriores de Panamá, Erika Mouynes, en el diferendo diplomático con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, por la designación de embajador o embajadora ante el país centroamericano.
“Que se entere AMLO que las mujeres en Panamá respaldamos la decisión de la canciller (…). Aquí nos sobran abusadores y pillos y si quiere le mandamos 2. También es cierto que a él no le faltan”, agregó Yániz, diputada de 1999 a 2009, ligada al movimiento panameño de mujeres e integrante de la (no estatal) Asociación de Bioética de ese país.
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Las relaciones diplomáticas entre los dos países sufrieron, a partir de enero pasado, un hondo deterioro luego de que Panamá notificó a México que se negó a aceptar la designación como su embajador ante el Estado panameño del historiador mexicano Pedro Salmerón, señalado de presunto acoso sexual contra alumnas, ex alumnas y copartidarias.
Salmerón declinó el lunes anterior a su nombramiento, por lo que López Obrador colocó en su reemplazo a la mexicana Jesusa Rodríguez, senadora suplente del oficialista Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
“Jesús alabao ¡El remedio es peor que la enfermedad!”, exclamó el ratón símbolo de los dibujos satíricos del artista panameño Fernando Peña Morán en una caricatura que se publicó ayer en el periódico La Estrella de Panamá, el más antiguo de ese país y uno de los más influyentes, al burlarse del presidente de México por escoger a Rodríguez.
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Mientras al animal se le cae la bandera de Panamá por la sorpresa con Rodríguez, Salmerón aparece al fondo marcado por la palabra “sex” y López Obrador, al centro, sonriente y ataviado con la banda presidencial de México, dice que “si no querían al anterior embajador… entonces ahora les mando a esta” y muestra a la senadora suplente en primer plano.
López Obrador atizó el martes el lío bilateral tras asegurar en su conferencia mañanera de prensa que la canciller actuó “como si fuese la santa inquisición”, en alusión a las campañas que la Iglesia Católica lanzó desde el siglo XII en Europa contra herejías—brujería, homosexualismo, sodomía, blasfemia o bestialismo—y castigarlas hasta con la pena de muerte.
“Lo propusimos para embajador de Panamá y como si fuese la Santa Inquisición la ministra o canciller de Panamá se inconformó (…) porque estaban en desacuerdo”, adujo López Obrador en su reiterada defensa de Salmerón.
En apego a sus derechos diplomáticos, la cancillería panameña se anticipó al pedido que México anunció en enero anterior que le enviaría para que aceptara a Salmerón como su embajador y comunicó al gobierno mexicano que se abstendría de concederle el beneplácito.
“Esa vaina de López Obrador con Panamá acá está causando bastante disgusto y reacciones generalizadas”, relató a EL UNIVERSAL el abogado constitucionalista panameño Miguel Antonio Bernal, catedrático de la Facultad de Derecho de la (estatal) Universidad de Panamá.
“La gente está muy molesta aquí en Panamá por lo que dijo López Obrador, lo que hizo y ahora por la persona que ha decidido enviar, cuando México siempre ha enviado diplomáticos de carrera a Panamá y no diplomáticos a la carrera”, describió.
A consulta de este diario sobre el comentario en el que López Obrador atribuyó a la canciller Mouynes una actitud a la “Santa Inquisición”, una fuente diplomática de Panamá se limitó a responder anteayer que “no tenemos ningún comentario oficial”.
mafa