Luego de que matemáticos realizaran para EL UNIVERSAL un análisis sobre la cantidad y calidad del contenido de pensamiento matemático en los dos libros que forman parte de la nueva familia de Libros de Texto diseñados por la SEP, Nuestro saberes y Múltiples lenguajes, y mostraran que dichos materiales sólo dedican 13 y 11 páginas, respectivamente, a la enseñanza de las matemáticas, pedagogos, investigadores de educación y expertos en la enseñanza de matemáticas, muestran su preocupación por la desaparición de las matemáticas, por los errores que tienen algunos planteamientos, y apuntan que los nuevos libros estorbarán más de lo que ayudarán, pues carecen de articulación y más bien son una “desarticulación monstruosa”.
Carolina Crowley, pedagoga e investigadora de la reforma educativa, afirma que las poquísimas secuencias matemáticas que se ven en Nuestros saberes y en Múltiples Lenguajes, de primero de primaria, no sólo son pobres, ni siquiera las abordarán. “Existe la posibilidad de que esos libros se queden debajo de la banca porque no logran ninguna articulación con los otros libros llamados Proyectos”.
Lo que es peor, dice Crowley, es que los libros de Proyectos tampoco tienen matemáticas, “en el libro de proyectos uno de los temas de matemáticas es tal cual: ‘¿qué tan resistente es un tubo de papel’, que se supone está de acuerdo con uno de los cuatro objetivos de aprendizaje”, señala la pedagoga, quien puntualiza que, en realidad, no se pretende enseñarle al niño a contar, “no está en el radar enseñarle a contar ni a sumar ni a restar. No está en el programa sintético. Incluso, en Nuestros saberes se propone sólo enseñar hasta el número 20. De ahí no pasan”.
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Crowley augura un desastre educativo. Dice que si antes, en un grupo escolar, tres cuartas partes de niños salía leyendo, sumando, restando y con conocimientos de números y de cálculo, con estos nuevos materiales habrá un retroceso: “apuesto a que ahora sólo una cuarta parte del grupo saldrá con estos aprendizajes”.
El problema, para el pedagogo y profesor de tiempo completo de la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad Querétaro, Juan Carlos Miranda, comenzó a generarse en la propuesta curricular 2022 con el diseño o marco general, el cual presenta inconsistencias serias.
“Con el afán de dar prioridad a la integración de los campos de formación (organizados no por áreas disciplinarias), las/los diseñadores del currículo escolar (SEP y asesores) perdieron de vista la precisión didáctica que se requiere en el campo de formación de pensamiento matemático que, por cierto, ha sido diluido o combinado con lo que denominaron como ‘saberes y pensamiento científico’ en la propuesta oficial actual”, afirma Miranda.
El coautor, junto con la maestra Minerva Ramírez Meza, del libro "Educación y pensamiento matemático infantil (que recién se publica), asegura que el enredo que se observa con los libros de texto, más allá de los errores puntuales que algunos de sus colegas han encontrado, es que tienen que responder a un diseño curricular que desdibujó al pensamiento matemático.
Y es que los libros de texto de 2017, de primer grado, en el área de Matemáticas, tenían siete objetivos: Lee, escribe y ordena números naturales hasta 100; Resuelve problemas de suma y resta con números naturales menores que 100; Calcula mentalmente sumas y restas de números de una cifra y de múltiplos de 10; Construye configuraciones utilizando figuras geométricas; Estima, compara y ordena longitudes, pesos y capacidades directamente y, en el caso de las longitudes, también con un intermediario; Estima, compara y ordena eventos usando unidades convencionales de tiempo: día, semana y mes; y Recolecta datos y haz registros.
Sin embargo, los nuevos materiales que diseñó la SEP y que pretenden distribuir para el ciclo escolar 2023-2024, denominado “Programa saberes y pensamiento científico”, sólo tiene cuatro objetivos: “Objetos del entorno: características, propiedades, estados físicos y usos en la vida cotidiana; Efectos de la aplicación de fuerzas: movimiento y deformación; Características del sonido y la luz; y Cambios y regularidades de fenómenos naturales y actividades de las personas”. Nada dicen de sumar, restar, contar hasta 100, ordenar o conocer figuras geométricas.
David Block Sevilla, investigador del Departamento de Investigaciones Educativas del Cinvestav, asegura que existe gran preocupación entre los investigadores por el casi nulo interés hacia las matemáticas en los nuevos libros de texto gratuitos y ante lo cual el panorama sí es para llorar. “Desde que se difundió el plan curricular, hace un par de años, expresé que las matemáticas estaban desapareciendo. Porque una idea fundamental de este plan es la inclinación de los contenidos específicos de las disciplinas en torno a problemáticas de tipo social, ecológico, de salud, relacionadas con las ciencias sociales y con las ciencias naturales”.
Una realidad ya de por sí complicada. Luis Chiba Ramayoni, presidente del Instituto Kumon para México y Centroamérica y el Caribe, asegura que 96.5% de los alumnos de quinto y sexto grado de primaria no sabe resolver problemas matemáticos con decimales de fracciones y que 35% no sabe realizar sumas y restas. “El país perderá atractivo para inversiones, pues las empresas verán serias dificultades para contratar personal especializado en ingenierías, digitalización, mecatrónica y otras disciplinas donde las matemáticas son importantes”, y apunta que “México puede tener una década perdida en educación si las autoridades y particulares no hacen algo para revertir el daño que provocó la pandemia”.
¿Libros apócrifos?
Tras la publicación de EL UNIVERSAL, la senadora de Morena y presidenta de la Comisión de Educación del Senado, Antares Vázquez, refirió que la versión final de los libros (en poder de este diario) “es apócrifa”.
En entrevista, señaló que “los libros de texto no han salido a la luz” y puntualizó que “no va a haber un libro que no tenga páginas de matemáticas, de español, porque son proyectos integrados que integran todos los conocimientos”.
Luego de preguntarse “no sé cómo los hayan obtenido porque no han sido distribuidos de manera oficial”, la senadora dijo que el asunto es que no se ha comprendido cómo es el nuevo modelo educativo. “Si están esperando encontrar un libro de texto para cada materia, si están esperando encontrar páginas de una materia, se van a equivocar” y agregó: “este es el gran parteaguas en la educación mexicana”.
En tanto, diputados y senadores de oposición lamentaron las modificaciones a los libros de texto. Julen Rementería, coordinador del PAN en el Senado, dijo que “en muchos de los casos, Morena ha querido contaminar con mucha ideología todos los textos en educación, sobre todo de primaria. Hay que tener mucho cuidado y revisarlos”.
El senador Germán Martínez, del Grupo Plural, calificó al gobierno de irresponsable “por tirar a la basura las matemáticas” y lamentó ‘la pobreza’ de los contenidos. Mientras que la senadora Kenia López, del PAN, describió como “mediocre” el modelo que se propone.
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