No hubo acuerdos vinculantes ni compromisos. Sí, más bien, una lista de propuestas, temas, que al final se acotaron en un documento. El seminario “Los creadores, artistas y trabajadores del arte y la cultura como sujetos de derechos” fue una primera mesa donde la comunidad artística y funcionarios de la secretaría de Cultura federal plantearon algunos de los asuntos urgentes en torno de la contratación, seguridad social, pagos y derechos laborales. Lejos están todavía los cambios que tendrán que hacerse y que son urgentes.

Definir qué es artista, creador y trabajador de la cultura, y derivado de esa definición crear un registro nacional de esta comunidad, éste fue uno de los puntos o temas centrales del seminario que este miércoles se llevó a cabo en la Fonoteca Nacional .

Después de la reunión entre la secretaria de Cultura con la comunidad artística, el pasado cuatro de febrero, con motivo de las demandas y protestas por el incumplimiento en los pagos a los creadores y dónde Alejandra Frausto incluso les pidió disculpas, uno de los acuerdos fue realizar una serie de mesas; la de este miércoles fue la primera. Allí, Abril Reza, del movimiento No Vivimos del Aplauso dejó claro que el problema de los pagos no está resuelto del todo: tiene reporte de 40 creadores a quienes todavía no les paga la secretaría de Cultura federal; esta lista sólo incluye los nombres que ha reunido ese colectivo.

En el seminario participaron representantes de Grecu de la UAM, de los movimientos No vivimos del Aplauso y Moccam; artistas independientes, gestores culturales, así como funcionarios de la secretaría de Cultura federal: Marina Nuñez Besplova, subsecretaria de Desarrollo Cultural; Adriana Konzevik, titular del Fonca, y Hugo Contreras, director del Indautor.

En cuanto al tema de las contrataciones --uno de los que más preocupa a la comunidad artística--, se planteó que en una siguiente mesa se discutirá la revisión de las formas de contratación, como es el caso de pago a través de terceros, también conocido como outsourcing , palabra que los funcionarios no usan pero que los artistas sí. Otra de las formas que los propios artistas plantearon llevar a discusión es la de los contratados por el Capítulo 3000.

Durante más de ocho horas, alrededor de cien personas participaron en el evento; al final hubo una serie de acuerdos de temas a discutir, pero éstos no son compromisos. Serán propuestas para debatir que rondan en torno de los derechos de los trabajadores: desde la seguridad social para los artistas y las definiciones sobre quienes son sujetos de derechos –creador, artista, trabajador de la cultura-, hasta la revisión de tabuladores de pago que tienen años y con los que “se opera en umbrales de pobreza”, como lo definieron los propios creadores.

En el seminario no hubo presencia de representantes de las comisiones de Cultura de las Cámaras legislativas, situación que se cuestionó a lo largo del día precisamente porque muchos de los temas abordaban la necesidad de reformas a las leyes.

Entre los acuerdos para temas a debatir se incluyó la seguridad social para los artistas, un asunto que se verá determinado por el de la definición de quien es finalmente “sujeto de derechos”. El planteamiento el documento final dice textualmente: “Aprovechar el marco jurídico internacional y el bloque de constitucionalidad para generar un consenso internacional en la definición de artista y creador y un esquema mínimo de reconocimiento y protección de sus derechos, atendiendo a las particularidades del trabajo que desarrollan”.

Otro de los puntos fue la revisión del marco legal de la administración pública aplicable a la labor artística y cultural, o a la contratación artística y cultural. Esto se incluyó en un rubro general, el de impulsar una simplificación administrativa.

En futuras mesas se tratarán asuntos como hacer extensivo el pago en especie a todas las manifestaciones culturales e impulsar medidas contra la precarización del sector; establecer una agenda legislativa que no se circunscriba a lo eminentemente cultural, sino que incluya también una armonización en asuntos fiscales y hacendarios; ampliar el beneficio del acreditamiento fiscal de la Ley del Impuesto sobre la Renta; revisar la posibilidad de una ley de mecenazgo general.

Las propuestas por momentos se fueron lejos del campo de los trabajadores y también de lo que es competencia del sector Cultura. Por ejemplo, se planteó buscar mecanismos que aumenten el ingreso del gobierno para destinar a la cultura; generar una nueva política fiscal, e incluso se propuso el cobro diferenciado a extranjeros en los sitios arqueológicos y museos, así como en espacios de interés cultural.

En cuanto a la definición de qué es ser artista, creador y trabajador de la cultura, el debate abundó en la necesidad de crear un registro nacional de estas personas, cuáles son las profesiones, y ampliar esas profesiones más allá de las que tradicionalmente se han reconocido. Por ejemplo: que aparezcan los titiriteros, los escultores y los caricaturistas, lo que ahí defendieron los propios creadores.

En conversación con algunos medios, Marina Nuñez dijo –como lo había adelantado la secretaria Alejandra Frausto—que se trabaja en el tema de la seguridad social para los artistas, que ya existe una propuesta, pero que es preciso definir primero quién es el sujeto que se define como creador, y que luego se puede pasar al Legislativo.

La subsecretaria comentó al final de la reunión que esta lista de temas acordados se compartirá como documento en la página Web de la Secretaría de Cultura.

Se integró un grupo de nueve de los participantes que trazarán la metodología para una siguiente reunión de la cual todavía no hay una fecha precisa. Pero sí se acordó que ahí se abordarán dos asuntos centrales: las definiciones y los modelos de contracciones, además de los tabuladores.

Al término de la reunión, Marina Núñez Bespalova dijo en entrevista que estos puntos a los que se llegaron se van a desarrollar en futuras mesas de trabajo, pero que no son compromisos. Cuestionada en torno de la contratación que tanto preocupa a los trabajadores, reiteró que este año en Cultura Comunitaria van a “procurar” la contratación directa. “La ley nos permite a través de un tercero pero sí eso ocurre -y vamos a tratar de no hacerlo-, vamos a asegurar que exista un instrumento que asegure que el contratante final que somos nosotros nos hiciéramos responsables de los pagos y de la seguridad de los artistas que estamos contratando”.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses