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Concepción camina lento, toma del brazo a su marido, está asombrada por la exposición "Emiliano. Zapata después de Zapata". Hasta ayer, dice, sólo sabía que en el Palacio de Bellas Artes había una obra que pintaba al caudillo revolucionario desnudo y entoconado, y encontró un discurso histórico del héroe. ¿Y "La Revolución" de Fabián Cháirez ? "Es muy chiquita. Nosotros, que ya estamos grandes, debemos entender que el mundo ya cambió y está bien que hagan lo que quieran", dice. Su esposo hace una leve mueca, apenas un refunfuño; ella sonrié y caminan a la salida.
Tras permanecer tres días cerrado el Museo del Palacio de Bellas Artes , primero por un grupo de campesinos pertenecientes a organizaciones como la Unión Nacional de Trabajadoes Agrícolas (UNTA) tras irrumpir en el recinto y agreder a jóvenes de la comunidad LGBTI; y luego de ser tomado por trabajadores del INBAL, el recinto abre hoy sus puertas al público.
Es fin de semana, es día de quincena y es época decembrina, elementos que, conjugados, convocan; pero las todavía discretas filas que hay en el vestíbulo de Bellas Artes son el aviso de que la polémica por Zapata con sombrero rosa y con la bandera arcoiris, símbolo de la diversidad sexual, ha comenzado a atraer a más personas.
Aún no se cuenta con el registro de público que ha venido hoy, pero el personal de atención a público y de seguridad coinciden en que es notorio el aumento. "El morbo siempre será un gran golpe de publicidad", dice un trabajador del recinto.
Y lo es, jóvenes, parejas, padres de familia, personas de la tercera edad, grupos de amigas, nadie desconoce la polémica. "Yo vine porque vi mucha publicidad en redes sociales, quise venir a la exposición y verla por mi mismo. Ha sido muy interesante, he visto cosas que no sabía, otras cosas me recordaron las clases de la primaria y también quise venir a ver la polémica obra, ¿por qué no?", dice un asistente.
Ariadna ha venido para acompañar a su hermana a realizar la tarea que le dejaron sus maestros. "Está muy bien que los niños en lugar de estar en su casa vengan a los museos, esta muestra es increíble, me ha gustado mucho ver cómo era México en tiempos de Emiliano Zapata , cómo eran las personas y cómo lo querían; me llamó la atención que en una parte está su ropa, está su pantalón, es increíble que después de tanto tiempo siga ahí".
La sorpresa mayor no es sólo la dimensión de "La Revolución" es sobre todo que la muestra no gira en torno a una sola pieza, ni a un solo enfoque, sino reúne por primera vez la producción de cien años de imágenes zapatistas y que incluyen objetos históricos de Zapata, como el sombrero que portaba el día de su muerte o la famosa fotografía con traje de charro de 1911; así como la diversidad de pintores desde Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco, Julio Galán, Germán Venegas, Rubén Ortiz Torres, Mariana Botey y Arnaldo Coen.
"Yo pensé que la muestra era sobre Zapata alrededor de la diversidad sexual y no es así, es mucho más. Y está muy bien que la comunidad LGBTI se apropie de símbolos que también son suyos porque todos somos mexicanos", dice Enrique.
Lo cierto es que la sección sección titulada “Otras revoluciones” es la más visitada, es en donde se explora la manera en que diversos movimientos –la gesta estudiantil de 1968, los movimientos de Rubén Jaramillo, Lucio Cabañas, Genaro Vázquez, el EZLN, y más recientemente la población LGBT+ y el movimiento feminista– han adoptado la imagen de Zapata para abanderar sus causas. Y es dónde está "La Revolución" de Fabián Cháirez.
De acuerdo con personal del recinto hay más personal de seguridad en todas las salas, pero los protocolos son los mismos que se han adoptado en otras exposiciones muy visitadas, es decir, se accede por grupos de 20 personas y deben avanzar con agilidad para que puedan acceder otros grupos y el orden se ha reforzado.
Sin embargo sólo la obra de Fabián Cháirez cuenta está vigilada de dos a cinco elementos de seguridad dependiendo de cuántos se congregan. La gente toma fotografías y selfies de manera constante, incluso por momentos hay que hacer fila para verla.
Hoy y mañana podrían ser los dos únicos días en que se podrá ver en su curaduría original, porque la siguiente semana será colocada a lado de La Revolución, una cédula con el desacuerdo de la familia Zapata. Hace unos días la Secretaría de Cultura informó que por instrucción presidencial sostuvo una reunión con los descendientes del caudillo y se acordó colocar la cédula, así como retirar la publicidad de la muestra con la imagen de la pieza de Cháirez.
El lunes, pese a que el Museo estará cerrado, la UNTA amenazó con volver Bellas Artes para exigir que la pieza sea retirada porque "denigra" la imagen de Zapata.
fjb