La artista mexicana Teresa Margolles fue seleccionada como uno de los seis finalistas que compiten por el prestigioso Premio Hugo Boss 2018 , administrado por el Museo Guggenheim de Nueva York , que reconoce a la excelencia en las artes visuales.
En un comunicado emitido este miércoles, el Guggenheim indicó que el premio, otorgado cada dos años desde 1996 sin distinción de nacionalidad o edad, reconoce “las significativas contribuciones estéticas y conceptuales al campo del arte contemporáneo” de los seis artistas seleccionados.
Además de Margolles (Culiacán, Sinaloa, 1963) fueron seleccionados por un panel de críticos y curadores internacionales Bouchra Khalili (Marruecos), Simone Leigh (Estados Unidos), Emeka Ogboh (Nigeria), Frances Stark (Estados Unidos) y Wu Tsang (Estados Unidos).
Nancy Spector
, directora artística del Guggenheim, declaró que el Premio Hugo Boss sigue siendo una piedra angular de la programación contemporánea del museo.
“Estamos encantados de destacar el trabajo de estos meritorios seis artistas, que trabajan en la vanguardia de la práctica contemporánea explorando temas sociales urgentes y proporcionando nuevos vocabularios artísticos con los cuales examinar temáticas personales y universales”, aseguró Spector.
Mientras tanto, el jurado afirmó que cada uno de los artistas nominados exploran con diferentes medios y métodos “investigaciones profundamente existenciales sobre las luchas individuales y sobre aquellas con resonancias sociales más amplias”.
Resaltó que en sintonía con su entorno y el momento presente, estos seis artistas han demostrado “un compromiso de llevar el arte al centro de oportunos debates sociales”.
El premio, administrado por la Fundación Solomon R. Guggenheim , incluye la entrega de 100 mil dólares en efectivo para el ganador. El ganador será anunciado en el otoño de 2018.
De acuerdo con el Guggenheim, la práctica artística de Margolles aborda temas relacionados con la violencia, la muerte y la pobreza en esculturas, instalaciones y acciones que a menudo incorporan residuos materiales, incluidos fluidos corporales, procedentes de escenarios de crímenes.
“Los objetos engañosamente minimalistas de la artista contradicen la tensa realidad corpórea de sus materiales e inducen a los espectadores a considerar el papel que desempeñan la sociedad y los gobiernos para justificar e ignorar la violencia y la desigualdad generalizadas”, apuntó el comunicado.
nrv