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En punto de las 18:00 horas los mejores postores se acomodan en sus asientos para poder dar inicio a la Subasta de Obra Gráfica que llevó a cabo Subastas Morton este jueves. El escenario está listo para que brillen titanes como Diego Rivera, Andy Warhol, Pablo Picasso y Salvador Dalí .
Arranca la subasta de 249 lotes en los que se incluyen litografías, serigrafías y grabados.
En la subasta destaca el hombre de paleta número 94, que al ser levantada en repetidas ocasiones peleaba por obras como la del artista de la cultura pop Andy Warhol , personaje que se llevó la noche al vender las nueve obras que la casa de subastas Morton ofreció, entre las que figuran Flowers, Mao-Silver, Marilyn Monroe y la afamada Campell's Pepper Pot.
A las 18:46 de la tarde llegó el momento de pujar por el lote 91, una de las primeras litografías del muralista mexicano Diego Rivera: Dolores Olmedo al desnudo, firmada a lápiz y fechada en 1930 con un precio de salida de 100 mil pesos.
Se esperaba que el dibujo do nde Olmedo posó sentada con su cabello largo y ondulado, el cual cubre parcialmente sus senos, disputará una pelea por él. Sin embargo, sólo el mejor postor aprovechó la oportunidad. De nuevo la paleta con el número 94 se alzó y ganó.
La paleta pertenece a Neon Caron, quien en sí mismo es un artista, en obras de realidad aumentada.
En entrevista con EL UNIVERSAL, Caron dijo que es importante coleccionar arte que le ha inspirado o valora.
Una de las motivaciones para adquirir esta pieza fue la cultura popular de México que representa tanto Diego Rivera como la coleccionista Dolores Olmedo, además de la figura femenina, la cual describe como la fuente de inspiración universal del artista.
"Es una pieza única que no volveremos a ver en mucho tiempo en una subasta y cuando piensas en Diego Rivera es un icono de México como artista. Es una gran pieza de la historia del arte en México y estoy feliz de que esté en mis manos y que sea parte de mi colección", declara Neon Caron para El Gran Diario de México.
Neon Caron es representante del arte de realidad aumentada, donde deja plasmada su influencia en el arte pop y los dibujos animados.
Como artista, Caron planea intervenir alguna de las piezas que adquirió y dejar su sello tal vez en una pieza de Andy Warhol, pero mientras lo medita y deja que "las obras le hablen", prepara una exposición de las piezas que forman parte de su colección.
La subasta se cierra. Rivera y Warhol cambian de manos.
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