La idea del artista que halla inspiración en su dolor y lo canaliza a través de su obra está cerca de ser un mito. Así lo demostró un publicado en la Management Science .

Los economistas Kathryn Graddy, de la Universidad de Brandeis, y Carl Lieberman, de la Universidad de Princenton, se centraron en los casos de pintores que pierden un ser querido y lo que pasa con sus cuadros en su periodo de duelo: ¿están en grandes galerías? ¿Se subastaron a un buen precio? En el caso de los artistas que han estado de luto y crean en ese lapso, la respuesta es negativa.

"Concluyen que el valor de una obra de arte cae aproximadamente un 35% cuando se crea durante un período de agravio, en comparación con las obras realizadas por el mismo artista en otros momentos", señala el medio especializado Hyperallergic.

"El análisis indica que los artistas, en el año posterior a la muerte de un amigo o pariente, son en promedio menos creativos que en otros momentos de sus vidas", añaden los investigadores. Así, aseveran, es menos probable que las pinturas creadas un año después de la muerte de algún amigo o familiar se incluyan en la colección de un gran museo.

"Los artistas no se benefician de su miseria", manifiestan los economistas. Para su estudio, Graddy y Lieberman se enfocaron en "el Museo Metropolitano de Arte, el Instituto de Arte de Chicago, la Galería Nacional de Arte, el Museo J. Paul Getty y el Museo de Orsay" y en "10 mil pinturas de 33 artistas impresionistas franceses y más de 2 mil pinturas de 15 artistas estadounidenses nacidos entre 1900 y 1920", cita Hyperallergic.

Aunque el estudio tiene deficiencias -como en el hecho de que no en todos los materiale biográficos se informa de la muerte de seres queridos de los artistas- es un "esfuerzo para considerar las obras de arte en el contexto más amplio de la vida personal de su creador y nos recuerda que la creación artística no se produce en el vacío".

sc

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