Máscaras, calaveras y figuras infantiles se acentúan en la obra del pintor peruano Diego Alcalde , quien se reconoce inspirado en las culturas prehispánicas y la actualidad peruana y mexicana en su nueva exposición presentada en México.
"La temática y la motivación que tengo para hacer todas estas obras es el hombre, su cultura, la cosmovisión de las culturas prehispánicas y cómo se muestran en la actualidad, sobre todo en México y Perú", dice a Efe el pintor nacido el 18 de mayo de 1986 en Lima.
La exposición "(Vi)siones", que estará a la vista del público todo el mes de enero en la Fundación Sebastián , está formada por 32 óleos pintados a lo largo de 2018 en México, país al que Alcalde llegó para continuar su preparación.
En este país, el artista se identificó con los motivos prehispánicos debido a que son afines a su cultura y esta influencia se subraya en sus pinturas con temas como la ofrenda.
"La representación de la muerte que tienen en México me llama mucho la atención y me motiva lo que significa para ellos, con los altares, que también se hacían en las culturas prehispánicas", señala.
Las máscaras de carnaval de febrero, las procesiones religiosas y la relación del hombre y el mar, más peruana que mexicana, tienen una presencia dominante en esta exposición de Alcalde, en una obra brillante por el contraste de colores entre el fondo y las figuras.
"Toda esta cosmovisión de la muerte que se lleva en estas culturas, que tienen mucho en común en su forma en cómo han visto la muerte, sobre todo en México, que lo hacen de una manera más lúdica", comenta.
Apasionado del piano en su infancia, Diego se decantó por las artes plásticas como dibujo, grabado, escultura y pintura, lo que le llevó a estudiar en la escuela de Bellas Artes de su país, donde se graduó con honores.
"Estuve especialmente en México para hacer estas obras desde comienzos del 2018", comenta Alcalde, cuya hoja de vida incluye cursos en la Escuela de San Carlos de México, estudios especializados en Florencia (Italia) y el taller de gráfica experimental de La Habana (Cuba).
Parte de esta formación ha quedado plasmada en los niños de sus obras, con marcados contrastes de color y que se muestran como figuras humanas cristalinas y límpidas en cuanto a sus expresiones.
"Me gusta trabajar mucho los niños, sobre todo por lo que pueden ofrecer con una mirada, que es el anhelo, el optimismo, los sueños que hay en ellos; son muy importantes para mí", expresa.
De cara al futuro, se declara convencido de que la formación es permanente y hace profesión de confianza para demostrar en sus obras lo importante que es, como motivación, el "hombre y su cultura".
"Estudio mucho y he aprendido a valorar las diferentes corrientes, sea realista o impresionista o abstracto, porque al valorarlas, puedes hacer una mejor evaluación del arte en general", sostiene.
Hijo del pintor peruano Alfredo Alcalde (Puno, 1961), Diego se reconoce también como un heredero de la pintura peruana, que ha tenido personajes como Jorge Vinatea Reynoso (1900-1931) y Víctor Humareda (1920-1986).
"Tengo muchos de los artistas del Perú, en México los muralistas (Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco); está Francisco Toledo. Las motivaciones son importantes", explica el pintor.
Entre sus fuentes de inspiración, Diego Alcalde apunta a la cultura preincaica Chimú desarrollada en el norte de Perú, y a la cual le admira toda su iconografía relacionada con el mar. Incluso sus dioses tienen que ver con peces, mariscos, cangrejos.
Asimismo, se declara admirador de la gráfica del pintor mexicano Francisco Toledo, porque le hace recordar a las culturas precolombinas.
"Me parece importante analizar, y es uno de los temas que toco, esa unión que hay entre el ser humano y la naturaleza, sobre todo la marina", enfatiza.
akc