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El pionero del arte cinético , Abraham Palatnik , murió el pasado sábado a los 92 años víctima de Covid-19 .
El artista fue hospitalizado el 29 de abril en una condición grave, después de dar positivo al nuevo coronavirus, en un hospital en Copacabana, en Río de Janeiro. Según sus amigos, sufrió una enfermedad pulmonar y contrajo neumonía hace seis meses .
Miembro de un grupo de artistas que incluye nombres como el estadounidense Alexander Calder , el francés Marcel Duchamp y Victor Vasarely , y el venezolano Jesús Rafael Soto , Abraham Palatnik comenzó en la década de 1950 sus primeros experimentos con el arte cinético, investigando el movimiento desde de obras que unieron colores, luces y elementos mecánicos.
La aceptación no fue inmediata. Su cinemática cromática "Azul y púrpura en su primer movimiento" fue enviada a la 1ª Bienal Internacional de São Paulo, en 1951, y casi quedó fuera del evento, ya que no encajaba en las categorías de pintura o escultura . Pero en las décadas siguientes, su nombre nunca dejó de estar asociado con las obras de vanguardia de las artes brasileñas.
Nacido en Natal en 1928, el artista se mudó a Río de Janeiro en 1947, a donde llegó después de vivir en la región donde se encuentra hoy Israel ( allí estudió en el Instituto Municipal de Arte de Tel Aviv ). En Brasil se unió, en la década siguiente, a los artistas del Grupo Frente (entre los que estaban Helio Oiticica, Lygia Clark, Lygia Pape y Franz Weissman), en un hito del arte concreto.
En 1949, impactado por el arte de los internos en el Hospital Psiquiátrico Pedro II
, Palatnik decidió abandonar la pintura figurativa, comenzando la investigación con luz y movimiento que resultaría en las primeras obras cinemáticas.
Aunque se convirtió en uno de los principales nombres del movimiento concreto, la singularidad de sus obras lo mantuvo en una posición única en la escena del arte de este país. El reconocimiento como uno de los pioneros del arte cinético aseguró su presencia en instituciones internacionales, como el Museo de Bellas Artes de Houston y el MoMA de Nueva York .
Además de sus obras cinéticas, el artista desarrolló series como "Progressões" y "W", en las que el movimiento siempre está presente, incluso sin la interferencia de motores o engranajes. Las líneas creadas por la yuxtaposición de filetes de madera, acrílico o cartón mantienen la sensación de que las obras se mueven ante los ojos del espectador. La búsqueda de un equilibrio entre colores, formas y dinamismo fue una marca constante de más de 70 años de producción.
nrv
