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Los murales que Diego Rivera pintó en el cubo de la escalera principal del Patio Central de Palacio Nacional formó parte de un proyecto para que los mexicanos, que en la década de los 20 del siglo XX eran en su mayoría analfabetas, conocieran la epopeya de su historia a través de la pintura.
Aunque a la fecha los visitantes al recinto podían subir la escalinata y apreciar las obras, el vocero de la presidencia, Jesús Ramírez Cuevas , informó que próximamente su uso será restringido para preservar las gradas, aunque será posible ver todavía dese diversos puntos la historia de lucha y triunfo de un pueblo.
La creación de esta magna obra surgió tras un acercamiento del muralista con el ex Presidente Álvaro Obregón , quien habría pedido al encargado de la carta de Educación Pública, José Vasconcelos , convocar al creador para llevar a cabo su empresa pues ante el analfabetismo el muralismo se volvió una técnica didáctica para transmitir mensajes a quienes la contemplaban.
De acuerdo con la página del Palacio Nacional es probable que el proyecto inicial consistiera en recubrir con escenas los cuatro costados del Patio Central , aunque su obra sólo se extendió al mural de la Escalera Central , intervención que se llevó a cabo de 1929 a 1951.
Diego Rivera resumió su concepción de la historia de México pues, mientras en el ala norte representó a la cultura tolteca, en la central estaba un hombre blanco y barbado rodeado, el sacerdote Quetzalcóatl, quien enseñó a su pueblo artes, oficios y leyes justas para sus habitantes pero a quienes deja por los conflictos que tienen entre sí.
En la parte del centro también se abordan la caída de Tenochtitlán ante las tropas españolas, la evangelización y escenas del México independiente, así como las veces en que México fue intervenido por otras naciones, la guerra de Reforma y la Revolución mexicana.
nrv
