Mariano Fortuny

fue el artista español del siglo XIX con mayor reconocimiento internacional y, ahora, el Museo del Prado le dedica por primera vez una exposición que recorre todas sus facetas con una muestra de 169 obras, 67 de ellas nunca expuestas fuera de sus colecciones y museos originarios.

La exposición, "Fortuny (1838-1874)", es fruto de una investigación de "4 o 5 años" en la que todo el equipo del Prado ha estado inmersa, explicó en rueda de prensa Javier Barón, comisario de la muestra, para la que se ha hecho un catálogo que aporta "70 imágenes nuevas".

"Fortuny", que estará abierta entre el 21 de noviembre y el 18 de marzo, es una antología de un carácter "rigurosamente excepcional e irrepetible", ya que recorre las diversas etapas de la producción del artista catalán (Reus, 1838 - Roma, 1874).

"Hemos intentado mostrar todos los aspectos del Fortuny creador: pintor al óleo; a la acuarela, en donde revoluciona por completo la técnica y es envidiado por otros compañeros y amigos por su extraordinaria facilidad; renovador también al aguafuerte, y también como dibujante a la pluma y al lápiz", apuntó el comisario.

Como novedad, la muestra incluye su faceta de coleccionista de antigüedades, que inició para adquirir objetos que más tarde plasmaría en su obra, y continuó de una forma "muy original" con el interés por completarla con obras de arte japonés, comunes en Francia pero no en España.

La muestra, patrocinada por la Fundación AXA, reúne de forma cronológica la obra del artista. Una treintena de obras son de la colección del Prado, y el resto de grandes colecciones y museos internacionales, en especial del Museo Fortuny de Venecia -29 obras prestadas- y el Museo Nacional de Arte de Cataluña -18 piezas-.

El British Museum de Londres ; el Louvre de París ; el Hermitage de San Petersburgo ; el Metropolitan Museum of Art de Nueva York y la National Gallery de Washington han aportado a "Fortuny (1838-1874)", cada uno de ellos, dos o más obras.

Además, el Prado ha adquirido, entre 2012 y 2017, tres nuevas piezas, según señaló Andrés Úbeda , director adjunto de Conservación e Investigación de la pinacoteca.

Dividida en nueve secciones, "Fortuny" arranca con "La formación en Roma (1858-61)", donde se puso en contacto con el Renacimiento y el Barroco, y le sigue "África y el descubrimiento de la pintura (1860 y 1862)", destino al que le envió la Diputación de Barcelona para recopilar información gráfica de la guerra hispano-marroquí.

El descubrimiento de los espacios desnudos, la luz intensa y el color brillante del norte de África produjo un cambio radical en su pintura, y estaría presente a partir de entonces tanto en sus obras hechas del natural como las realizadas en su estudio.

"Entre España e Italia (1863-68)" sigue este recorrido vital de Fortuny, y a continuación aparecen "Los grabados" y, por primera vez en una exposición dedicada al artista, se refleja su admiración a los clásicos como Velázquez, el Greco, Ribera o Goya en "Los maestros antiguos y el Prado (1866-68)".

A través de su relación con el marchante Adolphe Goupil, Fortuny alcanzó la fama mundial, que se plasma en "El triunfo internacional (1868-70)", donde se puede ver "La vicaría".

Tras su triunfo internacional, Fortuny recaló dos años en "Granada (1870-72)", cuidad de gran belleza que le inspiró un conjunto excepcional de cuadros, y el recorrido continúa con una selección de piezas de su colección en el "Atelier".

La muestra concluye con "Los últimos años (1873-74)" y se completa con fotografías del artista del archivo del Museo Fortuny, y, indicó Barón, también se han aportado con esta exposición "novedades" al estudio de la obra y la interpretación de la personalidad del artista.

Se han analizado 3 mil 300 dibujos dispersos en diferentes colecciones, así como unas cuatrocientas cartas entre Fortuny y la familia de su mujer, adquiridas por el Prado y publicadas para la ocasión.

nrv

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