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Tras permanecer cerrado cerca de seis meses por una restauración que costó unos 21 millones de pesos, el Museo de la Ciudad de México reabrirá sus puertas el 24 de noviembre para inaugurar la exposición La Ciudad de México a través del arte. Travesía de ocho siglos, que abordará los periodos artísticos que se han gestado en la capital desde el siglo XIV a la fecha y que permanecerá hasta abril.
En conferencia, José María Espinasa, director del Museo y coordinador de la exposición junto con Alejandro Salafranca, señaló: “Esta exhibición busca construir un retrato cubista de nuestra capital, y que los espectadores reconozcan el presente de su ciudad”. Agradeció el trabajo de los especialistas que participaron en la preparación de la exposición mediante una curaduría colectiva: el historiador César Moheno, quien se encargó de la época prehispánica; el etnohistoriador Alejandro Salafranca y el historiador y geógrafo Tomás Pérez Vejo se hicieron cargo del periodo virreinal; el maestro en estudios del arte Salvador Rueda estuvo a cargo de la primera mitad del siglo XIX; el propio Espiansa, de la segunda mitad de ese siglo, y, finalmente, el especialista en historiografía Luis Rius se hizo cargo de los siglos XX y XXI.
El dibujante Rafael Barajas “El Fisgón” también participó en la curaduría transversal de esta exhibición y se enfocó en la propaganda política, la estampa gráfica de intención social y la caricatura. “Es una exposición muy ambiciosa, porque se trata no solamente de retratar la densidad cultural y la historia de la ciudad, sino de la calidad artística de las personas que han trabajado aquí”, opinó Barajas.
Con 500 piezas, algunas de ellas nunca exhibidas, de 183 autores, entre ellos Cristóbal de Villalpando, José Guadalupe Posada, Dr. Átl, Manuel Tolsá, Siqueiros, José Luis Cuevas y Frida Kahlo, la exhibición presentará, entre otros temas, la conformación de México como República y su constitución urbana mediante mapas, fotografías, esculturas y pinturas.
Eduardo Vázquez Martín, secretario de Cultura de la CDMX, aseguró que la importancia del propio recinto, cuyo origen se remonta al siglo XVI, es vital: “El museo mismo es la pieza fundamental de esta exposición. Para ello, la restauración fue necesaria para optimizar el espacio”. Detalló brevemente la intención de la exposición planteando una pregunta: “Los seres humanos solemos mirar el presente, pero ¿por qué no, desde el arte, hacer esta reflexión del tiempo histórico que nos ha llevado hasta el 2017?”.
Luis Rius explicó que lo más complicado fue ensamblar las diferentes miradas reflejadas en el arte separadas por siglos. “Pensamos en algo dialógico. Fue un experimento para ver qué pasaba cuando conviviera Frida Kahlo con una caricatura de “El Fisgón” en el mismo espacio. El resultado fue muy enriquecedor”