La primera retrospectiva en Latinoamérica de Yves Klein (1928-1962) llega a México con más de 75 obras, audios, fotografías y documentos para conocer la dualidad de creación y vida del artista. El Museo de Arte Contemporáneo (MUAC), a partir del próximo sábado 26 de agosto, abrirá sus puertas al público para mostrar la historia del arte contemporáneo a través de la obra de Yves Klein.
Tres salas del MUAC son las que albergan las piezas monocromáticas del creador, que con ayuda del blanco de las paredes del museo vibra el azul ultramarino Klein (IKB: International Klein Blue, que el artista patentó en 1956). La retrospectiva, que llegó a América en marzo pasado, estuvo primero en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, y ahora visita nuestro país.
La exhibición Yves Klein muestra de forma cronológica, de 1955 a 1962, los diferentes procesos creativos que el artista experimentó hasta su muerte. Daniel Moquay, curador de la exposición, mencionó, en rueda de presa, la importancia de dar a conocer la obra y las distintas propuestas contemporáneas de Klein.
El primer monocromo creado en 1955 por Yves Klein, titulado Expression de l’univers de la couleur mine orange (Expresión del universo de color naranja plomo) es el eje conductor de su cromatismo y éste, en su momento, fue rechazado en el Salon des Réalités debido a que no se consideró una pintura, “ya que una pintura empieza con dos colores”, comentó Daniel Moquay.
La serie Antropometrías son piezas que dieron fama al artista en 1960 y se exhiben para observar el “estampado” de tres mujeres desnudas que se cubrieron de su pigmento; el artista las dirigió para dejar el rastro de su cuerpo sobre grandes láminas de papel blanco ubicadas en el piso y paredes de la Galería Internacional de Arte Contemporáneo en París mientras una orquesta tocaba la Sinfonía nonótona silente, y dejan ver cómo el artista fusionó su práctica judística a sus creaciones.
Otras series como Cosmogonías, Relieves planetarios y Pinturas de fuego también son exhibidas.
El uso de distintos materiales y soportes son parte de la retrospectiva con piezas emblemáticas como: Venus azul (1960), Victoria de Samotracia (1962), Monocromo azul sin título (1959) y Retrato-Relieve (1962).
En la última de las salas del recinto dispuestas para la exposición, los visitantes podrán observar cómo es que el artista logró unificar su vida con sus procesos creativos, desde su práctica judística hasta su boda, que él mismo organizó en 1962. En ésta se reúnen fotografías para conocer más de su biografía y los distintos lugares en los que presentó su obra.
La curadora Amanda de la Garza indicó a EL UNIVERSAL que “muchas veces el arte contemporáneo no se entiende porque no se conoce esta genealogía; es decir, no se conoce la historia o de dónde surgen estas ideas, en ese sentido, junto con Duchamp, Yves Klein es el artista referencial para las prácticas artísticas contemporáneas en todo el siglo XX”.
La exposición, que es un ejemplo de un artista que logró integrar arte y vida, busca que se comprenda el arte contemporáneo actual. La muestra que se presentará en el MUAC (Insurgentes Sur 3000, Centro Cultural Universitario) cierra el 18 de enero.
nrv