Más Información
Acusan a Morena de marcar boletas a favor de Piedra Ibarra en Senado; “se las vamos a ganar”, asegura Adán Augusto
Avanza en lo general reforma contra maltrato animal en San Lázaro; corridas de toros y peleas de perros no fueron consideradas
Ramírez de la O reconoce falta de liquidez en Pemex; promete “verdadera austeridad” con SHCP para resolverla
Diputada de Morena se duerme en sesión de San Lázaro; legisladores discutían reforma sobre protección de animales
Arranca proceso para renovar dirigencia de la FSTSE; fortalecerán estrategia para la defensa de derechos laborales
Jufed se presenta en la Corte Interamericana; reforma judicial es un ataque sistemático y se materializó en la Constitución, acusa
Anish Kapoor
, uno de los más respetados creadores contemporáneos, denuncia el encasillamiento y la utilización que sufren los artistas no occidentales por parte de los grandes museos para “enmascarar” su falsa defensa de la diversidad en el mundo del arte.
Desde que comenzó su carrera hace más de cuatro décadas, Kapoor ha sido casi siempre presentado como “artista indio”, un apelativo al que se refiere como “indigno”, porque, más allá de su nombre, no tiene nada que ver con su trabajo y sus orígenes son “mucho más complejos”.
Esta presentación le ha acompañado desde que presentó sus primeros trabajos en Inglaterra a finales de los setenta y le acompaña hasta nuestros días, según señala en un editorial en la web especializada Artnet.
Cita como ejemplo su primera exposición en 1998 en la prestigiosa Galería Hayward, cuando un importante critico de arte, Waldemar Januszczak, se refirió a su trabajo como una revisión "del truco de la cuerda indio".
“Ja, ja. Debería sentirse avergonzado”, dice Kapoor. “Un artista con mis orígenes, o cualquier artista con orígenes no occidentales, tiene que sufrir la indignidad de que su arte sea atribuido a sus orígenes o su etnia, algo que no les sucede a los artistas estadounidense, franceses o ingleses”, asegura.
A la luz del movimiento Black Lives Matter , que ha generado un fuerte movimiento en Estados Unidos, Kapoor anima a los artistas a que digan basta y no permitan a los “fanáticos neocoloniales de mente pequeña” que determinen su creatividad solo por su lugar de origen, el color de su piel o su género.
Foto: EFE/Andrew Gombert, archivo
El escultor arremete abiertamente en su escrito contra varios grandes museos, pero especialmente contra el MoMA de Nueva York.
El museo reabrió en octubre pasado, tras una reforma de varios años en la que aprovechó para reformular su colección con parámetros más diversos, con, por ejemplo, más mujeres artistas.
Artistas de todo el mundo, según Kapoor, están representados en este museo “como si fueran pequeñas joyas encontradas en mercados callejeros”, mientras Richard Serra, un artista que admira pero al que califica como “artista hombre blanco”, tiene su propia sala para su obra.
“Jódete MoMA. Qué desgracia”, sentencia.
Kapoor asegura que los artistas de origen no occidental son tratados como meros objetos por los grandes museos, entre los que cita a la Tate, el mencionado MoMA, el Pompidou y otros, y que estos centros aprovechan su presencia para defender la diversidad de su colección, algo que no es real.
“Si los museos nos quieren, deben ofrecer una representación plena de nuestras voces (…) Los artistas debemos tener coraje y decir NO, y seguir diciendo NO hasta que tengamos una representación honesta”.
“No podemos y no debemos aceptar esto por más tiempo”, apela Kapoor al resto de la comunidad de artistas.
Kapoor acaba de inaugurar en Londres una exposición en los jardines de una antigua mansión inglesa, Houghton Hall, en Norfolk. Es la primera gran exposición inaugurada tras la pandemia en el país.
Anteriormente, ha expuesto en museos como el Guggenheim de Bilbao, el Reina Sofía, el Kunsthalle de Basilea o la Tate de Londres, entre otros.
fjb