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Hoy hace 29 años falleció el pintor y escultor español Salvador Dalí, y hace poco más de un mes la Fundación Gala-Salvador Dalí —que creó el propio artista— concluyó el ambicioso proyecto del Catálogo Razonado de su obra pictórica, el cual abarca cinco periodos entre 1910 y 1983, y suma mil pinturas.
Una de las novedades de la investigación —emprendida hace 17 años— es que todo su contenido se puede consultar en Internet de manera gratuita desde una computadora, una tableta o un celular. Está pensado como un work in progress que se modificará ante hallazgos o nuevas investigaciones. La publicación está disponible en cuatro idiomas: español, catalán, inglés y francés.
La investigación se concentra en la pintura, con datos sobre su técnica, fechas y exposiciones donde se ha presentado, y ofrece la lista de las colecciones que tienen pinturas. Entre el grupo de coleccionistas, integrado por museos internacionales, fundaciones, universidades, galerías y particulares, figura una única colección de México, la Pérez Simón, que posee cinco pinturas del artista: Proyecto para Romeo y Julieta, de 1942; Playa erótica, de 1950; Piedad, de 1958; Poliedro. Jugadores de baloncesto que se transforman en ángeles, de 1972; y El Cristo de Gala, de 1978. Otra colección de Dalí en México, ésta de esculturas, se encuentra en el Museo Soumaya.
Montse Aguer, directora de los Museos Dalí y del Catálogo Razonado de Pinturas de Salvador Dalí, y Carme Ruiz, curadora jefe de la Fundación Gala-Salvador Dalí y coordinadora del Catálogo, detallaron vía correo electrónico que el Catálogo Razonado de Pinturas de Salvador Dalí es un proyecto de investigación científico, y que la publicación comparte la información sobre las obras pictóricas de Dalí conocidas hasta hoy: “No es un trabajo de valoración estética, sino de determinación de autoría. Nuestro objetivo era y sigue siendo establecer, de manera definitiva, el corpus de obra pictórica daliniana comprendida entre 1910 y 1983”.
En diciembre se presentó el último capítulo de la investigación, el cual contiene 233 pinturas realizadas por Salvador Dalí entre 1965 y 1983, así como una actualización de los periodos anteriores: de 1910 a 1929, donde habían hallado 267 obras; de 1930 a 1939, con 222 pinturas; de 1940 a 1951, con 140 obras; y las 138 pinturas realizadas entre 1952 y 1964.
“Lo que es una novedad en este caso fue que decidiéramos publicarlo en línea”. Precisan que la publicación de estos catálogos razonados en línea ha ido en aumento. Cuando se inició el de Dalí, sólo se tenía constancia del de Joseph Turner, que la Tate Gallery de Londres tenía en su página web.
Montse Aguer y Carme Ruiz no hablan de información que se pudo obtener, al hacer el catálogo, sobre la falsificación de obras del artista español —el de la falsificación es un delito que se combate, entre otras formas, con la publicación de catálogos razonados—. Sí consideran que esta investigación es una garantía de autenticidad: “La existencia del Catálogo Razonado de Pinturas de Salvador Dalí es una herramienta básica para los propietarios de esas pinturas y para el mercado del arte en general, ya que constituye una garantía de la autenticidad de la obra desde el momento en que una pieza determinada pasa a formar parte del mismo”.
Acerca de los retos de la investigación, comentan que el mayor fue la localización de las pinturas: “Saber dónde se hallan y cuál es su historia. También la identificación de las obras, es decir: tenemos conocimiento que Dalí realiza un determinado número de pinturas para una exposición (por ejemplo), pero los datos que tenemos sobre las piezas no son suficientes para su completa identificación. Es un trabajo detectivesco en el que se acumulan datos que se contrastan y que a veces nos llevan a conclusiones exitosas y a veces no”.
Uno de los periodos más difíciles para la investigación fue el de 1940 a 1951: “La búsqueda y acceso a datos objetivos ha resultado muy dificultosa, dado que desde 1940 hasta 1948 Salvador Dalí vive y trabaja de forma ininterrumpida en Estados Unidos”. Aclaran que en caso de duda se optó por “no incluir en el catálogo las obras de las que no tenemos suficiente información”.
La investigación para el Catálogo se apoyó en los fondos documentales de la Fundación Gala-Salvador Dalí, en los del Dalí Museum de St. Petersburg (Florida) y del Museo Reina Sofía de Madrid, entre otras instituciones.
