De la cultura Nasca y sus geoglifos prehispánicos a las vanguardias del siglo XX, el complejo y poco conocido arte peruano se podrá ver en las 16 exposiciones del Programa Paralelo de la Feria de Arte Contemporáneo (ARCO) de Madrid, que comenzará una semana antes que el programa oficial.

Perú es el país invitado este año y, como complemento a las actividades que se desarrollarán en el seno de ARCO -del 27 de febrero al 3 de marzo-, se ha diseñado un completo recorrido en el que han colaborado instituciones españolas como los museos del Prado y Reina Sofía , y colecciones latinoamericanas como la Cisneros Fontanals o la Hochschild.

"Una maravillosa colaboración", en palabras de la coordinadora de este programa paralelo, la periodista peruana Fietta Jarque, que explica a Efe cómo han podido reunir en Madrid durante la celebración de ARCO una serie de grandes exposiciones que harán que la presencia de Perú sea "una de las más llamativas de un país invitado" en la feria.

Jarque ha trabajado con el encargo del Ministerio de Cultura de Perú para realizar una propuesta artística independiente de lo que ARCO ofrecerá en su sede centra en el recinto ferial de Ifema.

Unas exposiciones ordenadas cronológicamente, aunque se pueden ver en cualquier orden, siempre teniendo en cuenta "que hay un recorrido que cubre varias épocas", que comienza con el arte de la cultura Nasca, que se desarrolló entre el 200 a.C. y el 650 d.C, y que es uno de los descubrimientos más tardíos del mundo prehispánico.

La época del Virreinato de Perú, con un único pero representativo cuadro -"El matrimonio de Don Martín de Loyola con Doña Beatriz Ñusta"- que se podrá ver en el Prado; el arte contemporáneo peruano y latinoamericano articulado en torno a diferentes aspectos de la Amazonía o la fotografía del siglo XX a través de la colección de Jan Mulder serán los temas de algunas de estas exposiciones.

"Tuvimos la suerte de que estuvieran disponibles estas exposiciones y en este momento", explicó Jarque, que resaltó, por ejemplo, que la de Nasca ha pasado solo por Zúrich y Bonn antes de llegar a Madrid y que la de "Redes de Vanguardia" que se podrá ver en el Reina Sofía se benefició de un hueco libre en la cargada programación del museo madrileño.

De esa forma se ha podido montar un recorrido esencial porque "para entender el arte peruano contemporáneo, hay que tener presentes esas referencias" históricas, precisó la coordinadora.

Así como la desconexión de Latinoamérica, donde tradicionalmente no ha habido mucha oportunidad de ver obra europea, lo que ha llevado a los artistas de la región a tener un marco "más autoreferencial".

Jarque es consciente de la diferencia entre América Latina y Europa ya que vive en España desde 1984 y se dio cuenta de la diferencia entre las dos orillas del Atlántico.

Mientras que en Latinoamérica ha existido siempre "una gran avidez" por estar al día de lo que sucedía artísticamente en Europa, precisamente por la falta de referentes europeos allí, en Europa, sin embargo, no ha habido mucho interés por saber lo que ocurría allí con las vanguardias de los años veinte.

"En Latinoamérica hay una relación muy intensa y un debate entre el arte popular y el culto, algo que no ha ocurrido en Europa" y que fue una de las claves para estructurar este programa de exposiciones.

Por ello piensa que la presencia en este programa de colecciones como la Cisneros Fontanals -antes de la apertura de un museo latinoamericano en Madrid con sus fondos- es un elemento muy importante que dará "vista y sentido" al "desconocimiento y desconexión" entre ambas regiones.

Desde España, reflexiona Jarque, "quizás no se ha hecho lo que se debería con la contundencia necesaria para tener una conexión más directa". Y, agrega que no hay que negar el pasado común que compartimos y el respeto mutuo existente, que debe servir para recuperar los lazos emocionales.

akc

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