Cuna de un patrimonio arquitectónico moderno, Acapulco sufrió graves daños en sus edificaciones y residencias por el huracán Otis. Una evidencia de ello es el daño a los hoteles más emblemáticos del puerto, los cuales se han convertido en un referente del desarrollo de la arquitectura y el turismo del siglo XX.
Poco abordada por la historia del arte mexicano, la arquitectura de Acapulco ha cumplido un papel importante en el desarrollo del turismo, especialmente desde la década de los cincuenta, periodo en el que Acapulco comenzó a transformarse en un importante centro económico y cultural del país.
Hoteles como el Princess Mundo Imperial, diseñado por el arquitecto Leónides Guadarrama, en 1967, —quien también diseñó el Museo de Historia Natural del Bosque de Chapultepec—, y el Hotel Presidente Acapulco, diseñado por el reconocido arquitecto Javier Sordo Madaleno, en 1958, son huella de un patrimonio de reciente creación que se vio afectado por la fuerza de los vientos del huracán Otis.
Otros hoteles que destacan son el Krystal Acapulco, diseñado por el arquitecto Guillermo Rosal de la Lama, en 1969, además del Emporio, diseñado por Imanol Ordorika, emblemas del turismo tropical.
En comparación con hoteles de reciente creación, los hoteles desarrollados en la denominada época dorada de Acapulco sufrieron menos daños, lo que deja ver claramente las diferencias de la arquitectura de mediados del siglo pasado con la actual, señalan los expertos.
Lee también: Huracán “Otis” afectó 80% de hoteles en Acapulco, reporta la gobernadora de Guerrero
Patrimonio moderno
En entrevista con EL UNIVERSAL, el arquitecto y miembro de El Colegio Nacional, Felipe Leal, explicó que el impulso de la “Arquitectura Acapulco” se dio después de la inauguración del aeropuerto de Acapulco, a finales de 1952.
“Esa arquitectura de Acapulco tan emblemática tuvo que ver con la modernidad arquitectónica y con la del lugar, que sucedió después de la inauguración del aeropuerto, de la costera Miguel Alemán y un condominio fantástico llamado Los Cocos, realizado por el maestro Mario Pani”, detalló Leal.
Otro hotel emblemático, agregó, fue Los Flamingos, en donde diferentes personalidades del espectáculo se alojaron. “Ese lugar fue la cueva de artistas de Hollywood y mexicanos, hay fotos de José Clemente Orozco, de Diego Rivera, de Frank Sinatra, de Johnny Weissmüller y muchos más”, relató el arquitecto.
Sobre el estilo arquitectónico de estos hoteles, Leal explicó que se trata de una arquitectura “solida”, inspirada en estilos de mediados del siglo pasado. “Era una muy buena arquitectura, sólida, las persianas eran de madera y se giraban, con albercas que buscaban las pistas”, señaló.
Debido a la composición geográfica de Acapulco, se pensó en construcciones a modo de “escenarios”, en donde las construcciones de esa época comenzaron a aprovechar dicha ventaja. “La ventaja de Acapulco es que funciona como escenario, aprovecharon la pendiente de la montaña para hacer las edificaciones una sobre otra, no se pierde la vista al mar, aunque tengas casas o edificios enfrente y eso es algo que aprovecharon los arquitectos de esa época”, expresó el experto.
Lee también: Cronología de la Conquista: desde la llegada de Cortés hasta la caída de Tenochtitlán
De acuerdo con Leal, la urbanización llegó a Acapulco una vez que hoteles como Los Flamingos y el Presidente comenzaron a operar. “Esa arquitectura le dio a Acapulco una marca de modernidad ante el mundo, además de que trajo muchas ventajas, fue el inicio del turismo de playa en México, la industria turística de México nace en Acapulco por esta relación con el mar, no había un turismo con esas características hasta esos últimos años de la década de los cincuenta”, detalló.
Leal dio un recorrido por otros hoteles y edificios que detonaron el turismo y se volvieron emblemáticos de Acapulco a partir de 1960. “En los cincuenta se realizaron grandes obras, las más representativas son las de Mario Pani y la de Sordo Madaleno con el diseño del hotel Presidente, pero eso fue cerca de la bahía, años después de eso comenzaron a hacerse otras obras que comenzaron a construir la identidad del lugar”, relató.
Para Leal, el auge de la arquitectura acapulquense tuvo su punto más alto con la construcción del hotel Princess, diseñado por el arquitecto Leónides Guadarrama e inaugurado en 1971. “Ese hotel se sale de la bahía, es una edificación impresionante, muy interesante con sus vacíos centrales, que incluso determinó una zona turística en el sitio”, dijo el arquitecto.
Lee también: Cuando Acapulco ganó fama mundial
“Esa época gloriosa de arquitectura, modernidad y cultura tuvo su cúspide desde mediados de la década de los cincuenta y hasta inicios de los setenta, una época marcada por el cine, personajes emblemáticos, la música; se volvió un punto emblemático del país”, agregó.
Después del auge, contó Leal, Acapulco entró en una época de arquitectura comercial, en la que se dejó atrás la arquitectura de autor. “Comenzó la construcción de edificios altos, más comerciales, con una arquitectura que no es de autor”.
Leal dijo que, de acuerdo con las imágenes compartidas en redes sociales, medios locales y nacionales, mucho del patrimonio del siglo XX resistió el embate del ciclón, pero muchos hoteles construidos en años recientes perdieron gran parte de sus paredes y acabados.
“No hubo edificios colapsados, las estructuras están en pie, todos estos hoteles que hemos mencionado resistieron en sus estructuras, no podemos decir lo mismo de la arquitectura más reciente que resistió en estructura, pero se llevó sus revestimientos por tener materiales más débiles como tablaroca u otros parecidos”, señaló.
Leal concluyó con un llamado a repensar la arquitectura de Acapulco, la cual debe, desde esta tragedia, a tomar en cuenta fenómenos meteorológicos de la magnitud de Otis. “Los exteriores no pueden desde ahora ser tan frágiles, eso es una enseñanza para la reconstrucción que se viene y para los nuevos edificios que se construyan” expresó.
El experto hizo un llamado a trabajar en un plan para reconstruir los hoteles, ya que son una fuente importante de trabajo y turismo. “No lo veo como un daño total al patrimonio arquitectónico, lo veo más como una enseñanza, pero debe recuperarse la actividad económica porque la gran parte de la población de Acapulco vive en la pobreza, debe armarse un programa de reconstrucción radical”, concluyó Leal.
Por su parte, el historiador del arte Aldo Solano agregó que la arquitectura de Acapulco ha contribuido de forma importante para la creación de la identidad del lugar.
“Desde las historias y leyendas urbanas, estos lugares crearon la identidad de Acapulco, son parte de su historia, sobre todo por las figuras que han visitado estos lugares, son parte fundamental de la historia moderna del lugar”, explicó.
Solano expresó que es positivo que hoteles como el Princess, el Presidente y el Krystal sigan en pie y conservando parte de su historia, sin embargo, la preocupación principal radicará en los mobiliarios, los cuales fueron destruidos por las fuerzas de los vientos del huracán.
“Tenemos que esperar para conocer el estado de los daños en los interiores de estos lugares; el género del hotel en la arquitectura es especial porque también trabaja con diseño de interiores, involucra mobiliarios, tiene tipologías particulares. Los arquitectos de esa época experimentaron y crearon grandes obras”, explicó Solano.
De acuerdo con las primeras cifras de las autoridades, hasta el momento se han contabilizado 600 hoteles y condominios dañados por el paso del huracán Otis.
Lee también: María Ospina Pizano gana Premio de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz 2023