En un ardid parecido al que utilizaron en la convocatoria en la que era imposible cumplir con los requisitos del tristemente recordado Programa de Apoyo a la Traducción, que se declaró desierto y con los recursos redirigidos a quién sabe dónde, ahora nos cuentan que la Secretaría de Cultura se dispone a hacer de chivo los tamales de chipilín en los programas Profest, PACMYC (Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias), PAICE (Apoyo a la Infraestructura Cultural de los Estados), FOREMOBA (Apoyo a la Cultura para Restauración de Monumentos y Bienes Artísticos, AIEC (Apoyo a Instituciones Estatales de Cultura) y ACMPM (Apoyo a la Ciudades Mexicanas Patrimonio Mundial). Las convocatorias para 2023 se abrieron en enero y febrero y los pronósticos son desalentadores. Nos cuentan que los interesados se han encontrado con una serie de zancadillas burocráticas insospechadas que difícilmente librarán. Ya hemos documentado este deshonesto modus operandi en otras convocatorias en el feudo de Alejandra Frausto. La razón no es que se hayan puesto más eficientes y estrictos en la Secretaría, sino que no hay recursos o, para decirlo en campirana forma adhoc a los nuevos tiempos, no hay olotes. Sin embargo, entre los potenciales damnificados hay camaradas del Partido. Los recursos deben beneficiar a proyectos en estados y municipios de todo el país y será difícil que la burocracia de la Secretaría deje fuera sólo a los proyectos en estados y municipios opositores, conservadores, fifís. Todos saldrán afectados si las cosas siguen como va. ¿Fuego amigo desde la Secretaría de Cultura contra el pueblo bueno? Ya veremos si los afectados del partido guinda apechugan ante semejante afrenta o se lanzan en una guerra florida contra la ministra cultural del imperio tlaxcalteca. (Escríbanos a columnacrimenycastigo@gmail.com)

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