El Archivo Histórico de Citibanamex, que está incluido en la venta anunciada por el banco, es uno de los mayores tesoros de esa institución. Incluye libros y libros contables, documentos virreinales, manuscritos, fotografías, numismática, revistas, bonos históricos, materiales audiovisuales, objetos de promoción: desde alcancías de inicios del siglo XX hasta un cajero automático de 1972. Se trata del mayor archivo bancario del país.
No es público a cuánto asciende el valor de este patrimonio, tampoco el de las colecciones de arte, edificios históricos, programas de Citibanamex. Lo que es un hecho es que nada se venderá por separado; la cartera de crédito, la marca, la Afore y todo el acervo cultural e histórico estarán integrados en la venta.
En la calle de Carranza, en el que fue el Palacio de los Condes de San Mateo de Valparaíso, que desde 2018 es un centro cultural y museo donde se puede ver una de las mayores colecciones de arte nacional, se guarda el Archivo Histórico de Citibanamex, que se integró en 1991 y que abrió el público en 1992.
Las colecciones del Archivo son: biblioteca, hemeroteca, documentos virreinales, numismática, hemeroteca y fototeca. Los materiales tienen adecuada conservación, con climatización (temperatura y humedad) controlada y revisada, y control preventivo de plagas.
Normalmente, las visitas para consulta oscilan entre 200 y 250 personas al año, sobre todo estudiantes de posgrado, pero la pandemia cambió todo. Aunque prácticamente están abiertos todos los contenidos, hay excepciones: son de acceso restringido los materiales virreinales y del siglo XIX, y asuntos recientes cuando se trata de información que está “en vigor” o que afecta la privacidad de clientes activos. Si es un proyecto cultural o académico, una carta de presentación abre el proceso de consulta al investigador. Otra clase de visita es la de interesados en ver piezas históricas, como el cajero de 1972, el bimbalete para pesar oro de 1816, alcancías de los años 20 del siglo pasado, o la histórica puerta de la bóveda.
Además, el Archivo Histórico de Citibanamex es uno de los miembros fundadores de la Asociación Mexicana de Archivos y Bibliotecas Privados, A. C.
Un archivo vital para México
No hay en México muchos bancos que conserven sus archivos.
Acerca de la tradición que existe en México para la conservación de archivos bancarios, Fernando Corona refiere que el sitio web Historia Bancaria de América Latina y España (https://hban-caria.org/es/archivos_mexico/), creado bajo convenio entre El Colegio de México, la Universidad de Cantabria y la Fundación de la Universidad de Cantabria para el Estudio y la Investigación del Sector Financiero, da cuenta de que fuera del Banco Nacional de México y el Banco de México (en ese orden de enumeración), la presencia de otros acervos bancarios es un tanto exigua.
La importancia de que se hayan conservado estos archivos es vital para comprender la economía nacional y la historia de la banca en México. Fernando Corona recuerda que el Banco de México, el banco central, no existió sino hasta septiembre de 1925; aunque sus antecedentes se remontan a inicios del siglo XIX, cuando en 1822 el imperio de Iturbide presentó sin éxito el proyecto del “Gran Banco del Imperio Mexicano”. Como en otros países, las funciones de lo que hoy conocemos como un banco central las asumía algún banco comercial. Aunque también se intentó en 1884 un banco central, ese año el que se fundó fue el Banco Nacional de México.
Este es un acervo sobre la historia económica nacional. “Es, indudablemente, indisociable. No hay manera de que se proyecte un recorrido historiográfico de la economía nacional sin recurrir a nuestras colecciones. Antes bien, suele empezar por ahí”.
Fernando Corona, quien es especialista en acervos bibliográficos y documentales, relata que el archivo conserva la memoria de grandes acontecimientos y periodos, como las presidencias de Manuel González y Porfirio Díaz; la Revolución Mexicana enmarcada en los antecedentes y vicisitudes de la creación y la consolidación misma del Banco de México; las crisis financieras de 1929 y 1930 tanto en el panorama internacional como en la nación; la expropiación petrolera, la modernización mexicana de mediados de los años 50 y hasta 1970, y los procesos de nacionalización de la banca.
A partir de Archivo se han generado publicaciones como Historia Bancaria de América Latina y España: la tesis doctoral de Noel Maurer en la Universidad de Stanford; la tesis de Emilio Zebadúa en la Universidad de Harvard sobre finanzas mexicanas durante las décadas de 1920 y 1930; la tesis de Tomas Pasananti en la Universidad de Chicago sobre las financias porfirianas; las tesis doctorales de Mónica Gómez y Luis Anaya, en El Colegio de México, y de Leonor Ludlow, en El Colegio de Michoacán, sobre los orígenes y trayectoria de los bancos mexicanos entre fines del siglo XIX y principios del siglo XX.
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Otros acervos
Algunas joyas del archivo son los escudos de armas de los Condes de San Mateo de Valparaíso y Marqueses de Jaral de Berrio.
El bono fundador del Banco Nacional de México del 2 de junio de 1884 junto con el documento fundacional previo con las firmas de los inversionistas, como Félix
Cuevas o Antonio Escandón.
Los libros de minutas e informes de los bancos Nacional Mexicano, Mercantil Mexicano y Nacional de México.
Los billetes que circularon en el país entre el Porfiriato y la Revolución Mexicana.
Las alcancías de los años 20, con la presencia de la ardilla como símbolo de ahorro.
2200 PIEZAS NUMISMÁTICAS (billetes, monedas y medallas) hay en el Archivo Histórico Citibanamex.
Frase
“No hay manera de que se proyecte un recorrido historiográfico de la economía nacional sin recurrir a nuestras colecciones”. Fernando Corona. Coordinador del archivo