En medio del seco desierto, se erige una nueva versión de Arabia Saudita. De cuatro años para acá, en el país musulmán las mujeres pueden manejar, se construye el metro en Riad y, por segundo año consecutivo, se celebró el “ Festival de horror ”. El país se abrió al turismo en 2019, se permite a las mujeres extranjeras no usar la abaya ni el hijab y se organizan encuentros culturales de nivel internacional, como el Noor Riyadh Festival , un evento de luz y arte contemporáneo que celebra su segunda edición.
Cinco rascacielos en Riad, la capital, condominios, centros comerciales y modernos edificios muestran el camino de transformación que este país árabe. ¿Por qué se decidió hacer este cambio y en qué consiste? A diferencia de los Emiratos Árabes Unidos y Qatar , Arabia Saudita es el segundo país que más produce petróleo, pero también es uno de los países que menos ha diversificado su economía.
El príncipe Mohammed bin Salman anunció en 2016 “Visión 2030”, un proyecto que busca que Arabia Saudita explore otras vías para desarrollar su economía y mejorar la calidad de vida de sus habitantes, busca tener tres de las 100 ciudades del mundo más amigables para vivir. Para lograrlo, el reino plantea 11 programas, entre ellos Calidad de vida, que impulsa la cultura, el entretenimiento y el deporte. E incrementó la inversión de cultura y entretenimiento del 2.9% al 6%, porcentaje que no se puede traducir a moneda, pues la información del reino saudí no es pública.
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Como parte de este impulso, la ciudad de Riad creó Riyadh Art, una iniciativa que apuesta por el arte público a través de 13 programas, de los cuales 11 son permanentes y consisten en la instalación de arte público en parques, puentes y laboratorios de arte digital, que están en proceso de crearse.
“Estamos alentando la economía creativa al traer las obras de los mejores artistas a las calles, no sólo deja para el turismo de la ciudad, sino de todo el país. El arte público es muy poderoso”, dice Sarah Alruwayti, gerente de proyectos de Riyadh Art.
También hay dos programas efímeros: Tuwaiq Sculpture , un festival de esculturas, y Noor Riyadh Festival.
Noor en árabe significa luz y con ella buscan convertir a la ciudad en un inmenso museo sin muros, y en un punto de encuentro para el mercado del arte y del turismo internacional.
En esta ocasión, el Noor Riyadh crece el triple, comparado con su primera edición, y espera tener más de un millón de visitantes hasta su clausura el 19 de noviembre, explica Miguel Blanco, director ejecutivo del festival. El año pasado recibieron sólo a 300 mil personas.
“Carving the Future”, de Obaid Al Safi (arriba); “Cupid’s Garden Koi”, del estudio Eness (al centro) y “Vibrance”, de Bruno Ribeiro (abajo). Foto: Especial
Bajo el tema “We Dream New Horizons” (“Soñamos con nuevos horizontes”), el festival presenta 190 obras luminosas, realizadas por 130 artistas, nacionales y extranjeros. Las piezas se podrán ver en 40 puntos distintos de la ciudad; también cuenta con un programa público de 500 talleres.
“Noor Riyadh tiene un papel que cumplir de los pilares del Riyadh Art. Por cada dólar invertido va a generar tres dólares de retorno a través de puestos de trabajo, inversiones y turismo. Este proyecto está revalorizando la marca de Riad, una ciudad que invierte en la cultura y en los espacio públicos”, detalla Blanco, quien agrega que si se considera el valor de la Economía Creativa mundial, sería la tercera economía más grande del mundo, después de EU y China.
En un país donde el arte no es un medio para la expresión de mensajes políticos —como lo es en occidente—, Blanco afirma que se creó un festival de luz porque es un elemento accesible para todo público: “La luz como medio también es un medio muy accesible para todos los públicos, independiente del nivel de sofisticación y conocimiento de arte que se tenga”.
Foto: Especial
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También, al mezclar tecnología, este tipo de arte muestra al mundo el carácter innovador y tecnológico del país árabe. Además, el estilo de vida saudí está regido por el sol y las altas temperaturas (en invierno alcanzan los 35 grados), por eso optaron por un festival nocturno. “La ciudad se activa en el momento en el que cae el sol. Por eso el festival tiene el horario de 6 pm a 1 am”, dice Blanco.
En esta edición, uno de los eventos estrella es el “show” de drones “The Order of Chaos: Chaos in Order” y “K A L E I D O S C O P E”, del artista Marc Brickman, residente del Empire State y diseñador de los conciertos de Bruce Springsteen y Pink Floyd. Brickman defiende que el espectáculo que involucra a 2 mil drones bailando al ritmo de la música en el cielo es en realidad una obra de arte, pero muchos no lo consideran así. “Todo lo que he hecho en mi vida es arte. El mundo del arte dice que es entretenimiento, pero el diseño de escenografías a lo largo de la historia lo han creado artistas, pintores. Los drones en el cielo para mí son una extensión porque la audiencia los admira como admira las pinturas y es un momento emocional efímero”, dice Brickman en un encuentro con medios internacionales en la ciudad saudí.
También destacan obras en el desierto, como “Axion”, una pirámide iluminada por Christopher Bauder; “Carving the Future”, unos cristales luminosos de Obaid Al Safi; “Oasis”, una escultura de Arne Quinze; “Cupid’s Garden Koi”, del estudio Eness. Se podrán ver proyecciones láser del francés Bruno Ribeiro, titulada “Vibrance”.
Las instalaciones se acompañan de la exposición From Spark to Spirit, una experiencia multisensorial con música. Esta muestra, ubicada en el distrito Jax (una zona artística de la ciudad), estará hasta febrero de 2023.
A la par, fundado en 1980, Misk Art Institute fue el primer edificio dedicado al arte en Arabia Saudita. Sin embargo, en la era de prohibición del cine en el país, el recinto se mantuvo cerrado por casi 30 años, hasta ahora que reabre sus puertas no sólo para exposiciones, sino para residencias para artistas y clases de arte. De hecho, adelantan que trabajan con el artista mexicano Abraham Cruzvillegas una obra que se exhibirá en la primavera.
Además de traer nuevamente a la vida este espacio artístico, las autoridades buscan que más sitios históricos logren ser declarados patrimonio mundial por la Unesco, y planean construir el museo de arte islámico más grande del mundo, no sólo con la más alta tecnología para la preservación de las colecciones y documentos antiguos, sino también con la biblioteca “de talla mundial” para que se convierta en un punto de encuentro de los investigadores más prestigiosos sobre la civilización.
EL DATO
La exposición multisensorial From Spark to Spirit estará hasta febrero de 2023 en el distrito Jax.
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