Sea a partir de su escritura, desde el estudio de la modernidad o desde la recepción del Premio Nobel de Literatura 2003, J.M. Coetzee fue descrito entre los escritores mexicanos como un hombre de una extraordinaria condición humana y un narrador con una mirada profunda sobre las identidades.
“Nadie como Coetzee habla de la condición humana contemporánea”, afirmó Rosa Beltrán, directora de Literatura de la UNAM, al inaugurar el coloquio “Leer a J.M. Coetzee en México”, en el Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC) y realizado en el marco del diálogo que sostuvo con la académica e investigadora Raquel Serur.
En el encuentro que reunió a escritores e investigadores Alberto Vital, coordinador de Humanidades de la UNAM, dijo que en su libro Siete cuentos morales, Coetzee hace un homenaje a la lengua española.
“Encuentro un homenaje a la lengua española, él tiene una serie de reflexiones sobre el español como una lengua del sur, una lengua emergente, él viene del sur de Sudáfrica, y el sur que se ramifica de muchas maneras, pero su presencia en México es también un homenaje a la lengua española”, señaló Vital.
También reconoció que en su más reciente libro, Matadero, el sudafricano reflexiona sobre el maltrato a los animales, pero llega a ser una cavilación sobre la condición humana también.
Beltrán dijo que con Esperando a los bárbaros, Coetzee “parece haberse adelantado a nuestra época, desgraciadamente una época muy violenta”.
Durante el coloquio, en el que participaron Daniela Tarazona, Anamari Gomís, Pablo Fernando Lazo Briones y Antonio Saborit, entre otros, Marta Lamas leyó el texto de Raquel Serur, en el habla de Coetzee y Rulfo.
“Coetzee pone su énfasis en el apartheid sudafricano, su genocida maquinaria segregacionista y Rulfo lo pone en la devastación que causa la inoperancia de sus gobernantes, con la corrupción, con el fracaso de las estrategias de los gobiernos producto de la Revolución Mexicana y por la alianza de la iglesia con los poderes fácticos; en ambos casos hay un pueblo que se resiste a morir”.