Más Información
Diputadas reafirman compromiso en 25N; María Teresa Ealy impulsa la prevención, protección y el empoderamiento
Ejército envía 100 elementos de las Fuerzas Especiales a Sinaloa; realizan labores de vigilancia en la entidad
"Amor y rabia", obra escrita y dirigida por David Olguín, se emparenta con novelas como "Los endemoniados", de Fiódor Dostoievski, "V de Vendetta", de Alan Moore y "Pastoral americana", de Philip Roth, aunque el propio Olguín, ganador del Premio Juan Ruiz de Alarcón en 2010, explica, en entrevista, que ninguna de estas tres obras fue una influencia directa a la hora de escribir "Amor y rabia".
Su argumento proviene, en realidad, de un drama universal con muchas caras: el cambio generacional, en relación a la protesta pública, "y en relación, también, con la percepción de echar, en tiempos de mucha indignación como los nuestros, todos los movimientos en el mismo saco. Me refiero, por ejemplo, a los encapuchados".
Cuatro jóvenes, activistas políticos —cada uno de ellos con sus particularidades— se adentran en un viaje que va cobrando algo de pesadilla. "Es un descenso hacia los infiernos, en el que el público va a seguir específicamente el destino de uno de los personajes, un joven que desciende a esos sótanos metafóricos: el enfrentamiento con un ente, un personaje al que se le apoda La Mano, quien los enrola en el movimiento".
Lee también: ¿Cómo se contaban los años antes del nacimiento de Cristo?
Más allá de lo que Olguín describe, los elementos anecdóticos que marcan el destino de los cuatro jóvenes, el viaje del personaje principal —buscado por su abuela y buscado por su abuelo, que pertenece a la generación de 1968— la obra es una reflexión sobre el desencuentro absoluto entre dos generaciones: "Es algo que creo que es real, en los movimientos juveniles y políticos. El desencuentro, por ejemplo, entre aquellos que ejercieron, acorralados, la violencia, como fue el caso de la Liga Comunista 23 de Septiembre y estos jóvenes, acorralados también por una sociedad que no les ofrece ninguna salida a su indignación".
Son dos cuestiones alrededor de las que gira la obra —continúa: ¿qué significa indignarse en el siglo XXI?, ¿en qué medida se puede transformar una sociedad sin violencia; sin bombas, para decirlo de forma específica? "Sobre esa línea arde este relato de ficción, contado sobre bases documentales", puesto que entre 2013 y 2018 tuvo auge en México un pequeño grupo radical y extremista: el ecoterrorismo. Un movimiento que es real y que, a la fecha, existe, pero tiene mayor fuerza en países como Chile, Argentina, Brasil y Grecia que en México, explica. "Pero está presente, está vivo: es la individualidad extendiéndose hacia lo salvaje".
"Son los argumentos de un terrorismo a la mexicana, cuya discusión final recae en el contrapunto de transformar una sociedad a partir del amor y la rabia, que entiendo como indignación, material del rencor y la venganza".
Lee también: Cronología de la Conquista: desde la llegada de Cortés hasta la caída de Tenochtitlán
No porque el tema aparente ser un "leitmotiv" de la violencia política, hay que olvidar que se trata de una tentación juvenil permanente: "En estas posturas, radicales e individualizadas, de pronto ya no hay una finalidad como colectivo social, una justificación entre comillas de la violencia, sino un milenarismo detrás: la destrucción por la destrucción".
Son comportamientos sociales que, en Estados Unidos se dan al por mayor, pero que no están exentos ni ausentes en nuestro país. "Ojalá no continúen".
El elenco está conformado por Laura Almela, Emmanuel Pavía, Santiago Alfaro, Sunem Cedillo y David Juan Olguín Almela. Puede verse hasta el 11 de diciembre, los lunes, a las 20:00, y los domingos, a las 18:00 horas, en el Teatro El Milagro (Milán 24, Juárez). El 12 y 13 de noviembre no habrá función.
Lee también: María Ospina Pizano gana Premio de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz 2023