Desde ayer, martes 17, se exhibe en el Museo Nacional de Antropología una pistola que Francisco I. Madero obsequió a Francisco Villa , informó en Twitter Jesús Ramírez, vocero de la Presidencia. La pistola fue entregada por Miguel Díaz-Canel, presidente de Cuba. El lunes 9 de mayo, AMLO informó en su conferencia que el arma había estado en posesión del historiador Eusebio Leal, quien recién falleció. Fue uno de los hijos de Leal quien, “al saber que visitaríamos Cuba, habló con el presidente Díaz-Canel para decir que querían regresar a México esta pistola”, explicó el mandatario. En esa misma conferencia el Presidente externó su deseo de que la reliquia fuera exhibida en un museo de la capital, específicamente en el de Antropología, y que ese mismo día iba a hablar con Diego Prieto, director del INAH , y con Alejandra Frausto, secretaria de Cultura, para las gestiones. Exactamente nueve días después, la reliquia ya se muestra al público… Si así de rápido reaccionaran las autoridades culturales a las peticiones de sus empleados y de la comunidad estaría de lujo, ¿no? Pero a todo esto, ¿qué hace un artefacto del siglo XX en un museo dedicado a las culturas prehispánicas y a la etnografía? ¿No era más indicado el Museo Nacional de Historia o el Palacio Nacional, por ejemplo? Pues parece que el Presidente ya es también el primer museógrafo de la nación.
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El Munal espera mantenimiento urgente
Justo cuando EL UNIVERSAL documentó que el Munal prioriza eventos particulares y no la infraestructura, en radio pasillo del museo se dice que la directora, Carmen Gaitán , acaba de tomar vacaciones, lo cual no es ningún pecado. Lo grave es permitir que las goteras de un edificio histórico dañen obras e instalaciones eléctricas. El museo ha recibido donaciones económicas y en especie, pero los empleados desconocen en qué se han usado. Bancomer, nos informan, está en la lista de donantes recientes. Hasta dónde sabemos, desde la Presidencia se le dijo al personal inconforme que el Órgano Interno de Control está investigando el asunto. En la administración de Miguel Fernández se llegó a decir que por los eventos se cobraban 5 mil pesos que eran depositados en una cuenta bancaria. Pero en los “Lineamientos para la realización de eventos especiales”, emitidos en 2009, se indica que “en caso de excederse de la hora acordada para el término del evento, habrá una aportación adicional de $7, 000.00 más IVA por hora excedida”. Quizá fueron días difíciles y se les olvidó colocar un par de ceros en los números, esperamos que no suceda lo mismo en esta administración.
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