Como “el mejor escritor de lo fantástico en la literatura mexicana” calificó alguna vez el crítico literario Sergio González Rodríguez al narrador, ensayista y editor mexicano Mauricio Molina, quien falleció el pasado domingo a 62 años, un escritor a quienes sus amigos y pares escritores definieron como un autor con un gran cosmopolitismo, erudito, de una mirada muy educada, gran narrador y maestro de la imaginación fantástica.
El escritor Alberto Chimal, quien fue uno de los amigos, lectores y escritores que lamentaron la muerte de Molina, dijo: “Un narrador y maestro de la imaginación fantástica que merece muchos más lectores que los que ha tenido hasta ahora.
En una reseña de su libro La trama secreta. Ficciones, 1991-2011, Chimal escribió que esas 23 historias reunidas “hablan de un autor concentrado, cuidadoso, sin ansiedad por publicar…, pero también un narrador que le ha apostado todo a esa búsqueda del poder del lenguaje: su capacidad transgresora y reveladora a la vez”.
Otros escritores y amigos como José Homero, Bernardo Fernández Bef, Malva Flores, Luis Felipe Lomelí y David Miklos lamentaron su muerte e invitaron a entrar a su literatura.
Mauricio Molina nació el 11 de abril de 1959, realizó estudios de Lengua y Literatura Hispánicas en la UNAM y colaboró en grandes revistas literarias, además fue autor de Tiempo lunar, La trama secreta, Planetario y Mantis religiosa.
Su labor profesional siempre estuvo relacionada con la educación y la difusión de la cultura.