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yanet.aguilar@eluniversal.com.mx
Todo en estas tierras recuerda al autor de La amada inmóvil, El primer beso y En paz. Calles, plazas, escuelas, centros culturales, deportivos, universidades, centrales, aeropuertos de Tepic, llevan el nombre de Amado Nervo. La Universidad Autónoma de Nayarit (UAN) es desde 1966 Ciudad de la Cultura Amado Nervo; el Aeropuerto Internacional Amado Nervo de Tepic, el más importante del Estado, lleva el nombre del poeta que murió el 24 de mayo de 1919 en Montevideo, Uruguay.
A unos días de que se conmemore el centenario de la muerte del poeta, narrador, periodista y diplomático mexicano, Nayarit vive Nervo y sabe a Nervo. Su figura de bronce recibe al paseante que arriba a la ciudad, su busto está en una de las plazas que llevan su nombre; su poesía resuena en las calles y en los recintos culturales, en las escuelas y en la Universidad donde el poeta David Huerta es el invitado, esta semana, a dictar la conferencia principal de la Cátedra Amado Nervo de la Universidad Autónoma de Nayarit.
Su obra y su vida son tributados, a cien años de que sigue siendo un hito la repatriación de sus restos desde Uruguay a México, un viaje realizado entre mayo y noviembre de 1919, a bordo de la corbeta Uruguay, que fue escoltada por barcos argentinos, cubanos, venezolanos y brasileños; miles de personas y decenas de gobernantes le rindieron tributo en cada puerto en el que hizo parada en su retorno hacia su patria mexicana.
La figura de Amado Nervo, quien fue sepultado en la Rotonda de los Hombres Ilustres, hoy Rotonda de las Personas Ilustres, el 14 de noviembre de 1919, es emblema de Nayarit; su figura es recordada desde hace varios meses en el marco del centenario de su muerte, y su vida, a través de su obra, es el alma de la Casa Museo Amado Nervo, que se localiza en el corazón de Tepic, en la casa donde nació y que será sede del Archivo Digital Amado Nervo que está en proceso de creación.
“Amado Nervo ha logrado algunas de las mayores hazañas; lo que hizo Nervo con su poesía y luego con su muerte fue hermanar a todos los países de América Latina; tuvo homenajes fastuosos nunca antes vistos, tuvo el reconocimiento del pueblo de los países latinoamericanos pero también el de sus gobernantes”, asegura Mayra Fonseca Avalos, estudiosa de su obra, curadora de la Casa Museo Amado Nervo y coordinadora del archivo digital que hasta el momento tiene el registro de alrededor de 5 mil bienes documentales y fotográficos.
Este acervo digital en proceso, que impulsa desde 2014 la Fundación Yo te bendigo vida conformada por ciudadanos y estudiosos tepicenses, complementa el trabajo que realiza la Casa Museo desde la renovación de su museografía realizada en 2010, y del libro Asómate a mi cristal: recreación de la vida y obra de Amado Nervo publicado por el Secretaría de Cultura de Nayarit en 2011.
En los últimos cinco años, Mayra Fonseca ha realizado una labor de rescate de la obra de Amado Nervo. “Tan sólo en Uruguay hemos logrado documentar alrededor de 700 fotografías inéditas de lo que fueron los homenajes que le rindieron a Nervo, de todo el recorrido hasta depositarlo en la Rotonda de los Hombres Ilustres, el 14 de noviembre”.
Fonseca Avalos asegura a EL UNIVERSAL que el acervo digital que pretende reunir todos los bienes culturales sobre Nervo es el mayor homenaje al poeta. “No sólo documentamos sus libros y notas en periódicos, recuperamos los diferentes géneros que trabajó, además incluimos toda la documentación diplomática y personal; correspondencia, fotografías familiares, objetos personales, música, partituras que hemos encontrado de autores que han musicalizado su obra y de la que ni sabíamos”.
Cualquier fuente, calle, plaza, mercado, escuela que lleva el nombre de Amado Nervo en México, Uruguay, Argentina o cualquier país del mundo está siendo documentado en el archivo digital; recuperan los documentos y datos de cómo Nervo impactó en el mundo, cómo fue y aún es recordando, dónde se mantiene su legado.
“Eso nos ha llevado a un recorrido por diez países, a trabajar con más de 70 instituciones, que van desde archivos históricos, archivos de relaciones exteriores, bibliotecas, hemerotecas, fondos reservados, colecciones particulares, fonotecas, iconótecas y demás, para tratar de ir reuniendo el legado del poeta que es muy importante para Tepic, para México y para el mundo hispanoamericano”, afirma Fonseca.
Revaloración de su obra. Amado Ruiz de Nervo Ordaz, nacido el 27 de agosto de 1870, fue uno de los poetas más destacados del movimiento modernista latinoamericano, y uno de los grandes representantes de la lírica mexicana en el siglo XX. Logró con su poesía romántica y sentimental hermanar a pueblos enteros.
“Amado Nervo fue una sensibilidad inusitada para la época en que vivió. Cuando México tenía ante el mundo la cara de un país sanguinario que había fusilado a un príncipe europeo, estaba en la revuelta, era un país sin orden y a los mexicanos se les consideraba sanguinarios desde que los aztecas se comían los corazones de niños y doncellas, entonces la sensibilidad de Nervo lo que mostraba era a otro México ante el mundo”, afirma Lourdes Pacheco Ladrón de Guevara, coordinadora de la Cátedra Amado Nervo de la UAN.
La doctora en Ciencias Sociales y estudiosa de la obra del poeta que cursó sus primeros estudios en Nayarit, pero pronto se fue al seminario de Michoacán y luego, ya de joven, dio sus primeros pasos en el periodismo en Mazatlán, asegura que para los hispanoamericanos Amado Nervo es un poeta fundamental, un poeta que en Nayarit sigue siendo muy leído en varias generaciones, pero no entre los niños de nivel básico.
“Es muy singular que en Tepic, este pequeño lugar olvidado donde no somos ni el 1% del padrón electoral, no significamos para nada en las estadísticas y menos generamos el 1% del Producto Interno Bruto, tengamos a dos grandes figuras: Amado Nervo y Alí Chumacero, que son en el ámbito de las letras, grandes poetas”, señala Pacheco Ladrón de Guevara en entrevista con EL UNIVERSAL.
Es ella quien asegura que cuando Nervo se traslada a la Ciudad de México su escritura madura y empieza a ser considerado un poeta de a deveras, a tal grado que empieza a escribir poesía a la Patria y surge por ejemplo “La raza de bronce” que es una poesía por encargo y en la que anhela empezar a construir estas identidades nacionales y construir a los héroes que no teníamos construidos.
Todas las facetas de Amado Nervo están revisadas en su Casa Museo. El guión museográfico y la curaduría de la exposición permanente es un viaje a la vida y la obra y la intimidad de Amado Nervo. Cada cédula es una manera de leer al poeta. “Quise decirle al visitante que Nervo es muy autobiográfico en su obra, que nos va dejando en diferentes partes de su creación como un espejo donde asomarnos a ver su parte interior”, señala Mayra Fonseca, quien siguió ese mismo eje en el libro Asómate a mi cristal; en conjunto todo es un enramado de diferentes fragmentos de su obra.
“Quisimos que el visitante vaya conociendo la obra de Nervo, que la entrecruce con los contextos que le tocaron vivir y con su vida íntima. La idea era acercarlo, bajarlo del pedestal y conocerlo en el plano más humano para que te reconcilies con el poeta, con sus errores y aciertos, con sus luchas y logros”, señala Mayra Fonseca, quien ha logrado reunir el 98% de las primeras obras del poeta.
Tras sus pasos. En febrero pasado, el Festival Letras de Tepic dedicó su edición al poeta; pero será está semana cuando arranquen de lleno las conmemoraciones. Durante toda esta semana la Universidad Autónoma de Nayarit impulsa la segunda edición del Festival Cultural Universitario Gran Nayar, que incluye un programa de actividades académicas, artísticas y culturales para recordar al poeta de Elevación y Serenidad. Acudirán entre otros Javier Velazco, Francisco Hinojosa, Carmen Villoro, Joaquín Cosío y David Huerta, quien dictará la cátedra Amado Nervo.
“En los lugares donde nada más tienes un santo, el nombre del santo se lo damos a todo. Está la Escuela Primaria Amado Nervo, la Universidad se llama Ciudad de la Cultura Amado Nervo, hay un mercado Amado Nervo; en fin, hay un abuso del poeta, incluso este poeta obnubila a cualquier otro que pueda llegar. Habrá unas cuatro o cinco estatuas de Nervo en esta pequeña ciudad, también es algo que exageramos, tenemos que abrir los ojos para encontrar a otros y a otras poetas; quizás no de la época ni de este tamaño pero que tuvieron otros aportes a la literatura”, afirma Lourdes Pacheco Ladrón de Guevara.
