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A los 24 años Álvaro Restrepo se encontró con su pasión: la danza. La mente del colombiano desarrolló una visión artística impregnada de espiritualidad, que también reflejó las problemáticas de su entorno, una guerra civil no declarada que desangró a su nación por décadas.
Como una forma de rendir homenaje a las víctimas y a quienes lograron concluir con el conflicto interno, Restrepo concibió sacrifiXio: la consagración de la Paz, coreografía que creó y dirige, y que llega a México para presentarse los días 20 y 21 de octubre, en el Teatro Julio Castillo, como parte de las actividades externas del Festival Cervantino (aunque no estará en Guanajuato).
La obra es una coproducción de México y Colombia dentro del año dual México-Colombia; colaboraron para traerla a México el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, el Ministerio de Cultura de Colombia, el Instituto Nacional de Bellas Artes y el Festival Cervantino.
sacrifiXio tendrá el formato de oratorio coreográfico, y contará con la participación de 20 bailarines; con las voces del coro mexicano Armonia vocalis y el ensamble de percusiones Tambuco; además de las intervenciones de artistas como el pianista Duane Cochran, el video artista Gabriel Ossa, la actriz Rosario Jaramillo, la cantaora Rosalba Martínez y con fotografías de Jesús Abad.
Restrepo no es ajeno a la realidad mexicana, tuvo oportunidad de visitar México por primera vez en 1988; regresó en numerosas ocasiones a recintos de la UNAM, al Polyforum Siqueiros, participó en varias ediciones del Festival Cervantino, el Festival de San Luis Potosí y la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. De esas experiencias se deriva que le sea especialmente significativo presentar aquí su obra; pero además porque hay circunstancias –como la violencia y el narcotráfico– que nos hermanan con su nación, que nos enmarcan en procesos paralelos. Restrepo ve en ambos pueblos un anhelo legítimo de encontrar serenidad, cordura y fraternidad.
Para el colombiano, el papel del arte y de la danza son muy importantes en los procesos de paz, pues “los artistas disponen de un lenguaje muy potente para sensibilizar y concientizar a la sociedad, que sirve también para expandir la esfera del duelo y sacar a las víctimas de su soledad. Son herramientas que no deben ser subestimadas”.
Respecto a su trabajo artístico, lo que más rescata es el papel de la dimensión ritual y espiritual del hecho escénico. Ayer, en conferencia de prensa vía Skype contó que él busca que el espectador “entre en otro estado, entre en otra dimensión, sienta; entre en comunicación con otras fuerzas más allá del espectáculo, de la pura experiencia estética o del entretenimiento. Aspiro a que el espectador realmente se conecte con lo más sagrado que tiene el ser humano. Yo creo que el arte es una forma de espiritualidad”.
Además del lenguaje del cuerpo, la música juega un papel muy importante en la obra, al respecto Restrepo comentó: “Utilizamos tres momentos musicales muy importantes, el primero es una obra del compositor francés Marc-Antoine Charpentier; luego un canto que interpreta el coro, que es el primer ejemplo de polifonía en el nuevo mundo, un canto hermosísimo a la virgen, en quechua; y luego viene la obra compuesta especialmente para sacrifiXio por el compositor mexicano Samuel Zyman”.
El concepto de la obra tiene, en palabras del coreógrafo, un profundo trasfondo religioso, “hay algo muy conectado, no con la religión católica pero sí con el alma cristiana, con esa búsqueda de la reconciliación y de la muerte que esta implícita en el pensamiento de Cristo, pero la obra no se inscribe en ningún pensamiento confesional particular. Es sobre todo un trabajo donde la espiritualidad y el deseo de trascendencia es lo que anima todas las imágenes”.
Además de la presentación de sacrifiXio, Restrepo participará con el CENART en una serie de intercambios y talleres pedagógicos, cuyo resultado, la puesta en escena Negra/Anger, se presentará el 18 de octubre en el teatro Raúl Flores Canelo; además, busca presentar en el teatro La Caja la obra Animal Family, los días 22 y 23 del mismo mes. Y organizará un conversatorio en Casa Xitla sobre la dimensión social, política, educativa y artística de su trabajo, en fecha todavía por confirmar.