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"Almacenados", obra de teatro escrita por el dramaturgo español David Desola y dirigida e interpretada por Fernando Bonilla, cuenta la historia de Lino, un hombre que trabajó durante tres décadas en un almacén y, por una enfermedad, es obligado a jubilarse. En el proceso, que sucede en cinco días representados en 90 minutos, Lino tiene la obligación de capacitar a Nino (Sergio Bonilla), un hombre joven que lo reemplazará.
Bonilla cuenta que es un “relevo generacional, el ciclo de la vida, el paso de estafeta. Pero también es una pieza cargada de conciencia de clase: dos trabajadores que están puestos para competir y que terminan encontrándose como compañeros y no como enemigos, tomando conciencia de la precariedad a la que los condiciona el sistema económico y político”.
El también actor describe a Lino como un viejo al que le obsesiona la puntualidad, el deber y el método. “Ha estado solo en un lugar durante 30 años, su rutina es sólida y tiene una manera de relacionarse con ese espacio. Cuando llega alguien nuevo se le rompen todos los esquemas. Se ve obligado a adaptarse a la presencia del otro, que le revela el gran absurdo de trabajar en una bodega vacía que nunca sirvió para nada”. Bonilla la describe como una manera dolorosa de abrirle los ojos.
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Con pocos elementos escenográficos (un casillero, un garrafón, una imagen religiosa), el montaje “confía en la lucidez del texto” y emula un almacén vacío, frío y sombrío. “Si el público lee la sinopsis esperará algo oscuro y desolador. Pero la verdad es que el público se ríe mucho”, señala y lo describe como una contradicción aparente de Almacenados: el espectador se lleva el sabor agridulce de una tragicomedia.
Para Bonilla la mayor virtud de la pieza son los niveles de lectura, “dependen de cada espectador. No es una obra que pretenda adoctrinar o dar un mensaje concreto. Al contrario, invita a preguntar cuál es el sentido del trabajo y el propósito de la vida”.
Almacenados tiene un papel importante en la historia del actor que en 2020 integró el elenco, junto a Regina Blandón, de Historia de un crimen: La búsqueda, miniserie de Netflix inspirada en el “caso Paulette”. Esta relación personal con Almacenados, le viene de hace una década, cuando dirigió la pieza en el Foro Shakespeare. “Ahora me tocó hacer el papel de mi padre, un personaje que me dobla la edad”, dice en referencia a Héctor Bonilla.
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“El año pasado íbamos a estrenar la sexta temporada de la obra. En un ensayo general, antes del estreno, mi padre tuvo una lesión y se bajó del barco. Sólo había dos opciones: cancelar o resolver. Decidí enfrentarlo” y le pedí a mi papá la media máscara, que se aplicaba sobre los pómulos y la nariz y que utilizó en la puesta en escena del monólogo Sobre el daño que hace el tabaco, de Antón Chéjov, para subirse mucho la edad”. Media máscara que ahora usa el director para darle vida a Lino.
La pieza le dio a Desola el premio Hermanos Machado, en 2002 y, por su adaptación cinematográfica, que dirigió Jack Zagha, el premio Ariel por el Mejor Guion Adaptado en 2017. Hoy Almacenados está en temporada, hasta el 26 de junio, en el Teatro del Centro Cultural Helénico.
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