“César Güemes vestía las sombras. Sabía ser amigo y caminaba con pasos largos”, afirma el escritor Élmer Mendoza acerca de su amigo, el escritor, periodista y columnista de EL UNIVERSAL, César Güemes, quien falleció el pasado domingo, a los 58 años.
Antes que compartir la literatura, compartieron una entrañable amistad: “Querido amigo, que este viaje que emprendes te lleve a todos los lugares que mereces. Esos que están más allá de ti mismo”, señala Élmer, también columnista de este diario y quien recuerda que, cuando era necesario, César Güemes se convertía en Batman, el caballero de las sombras. Y entonces aparecía César “Batman” Güemes, como el personaje que lo inmortalizó en "La reina del Sur", la novela de su otro amigo, el escritor español Arturo Pérez-Reverte.
“Curioso es que no requería vestuario para ser el Caballero de la noche. Lo recuerdo con máscara en las calles de Culiacán, asombrado por la belleza de las mujeres. Su arma era su sonrisa y las palabras. Todas las palabras que acercan a los sueños. Ese acervo fue el que utilizó para acercarse a Manuel Acuña y sospechar lo difícil que era encontrar a Rosario y no decirle que la quería con todo el corazón”, asegura Mendoza del narrador y periodista nacido en la Ciudad de México, el 22 de julio de 1963, autor de Soñar una bestia, (Alfaguara, en 2011) y Cinco balas para Manuel Acuña, (Alfaguara, 2009).
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César Güemes, el reportero que estudió Periodismo y Comunicación Colectiva en la ENEP Acatlán de la UNAM, donde también ejerció la docencia, el periodista de diversos suplementos culturales y diarios nacionales, quien desde hace varios años era colaborador de EL UNIVERSAL donde escribía su columna semanal “Santos Libros”, es despedido también por su colega Adriana Malvido.
“A César Güemes lo respeté muchísimo como reportero y periodista cultural. Sus entrevistas eran excelentes, su pluma también. Él era reportero de la sección cultural de El Financiero cuando la coordinaba Víctor Roura y yo era reportera en la sección cultural de La Jornada cuando la dirigía Braulio Peralta. Fue entonces cuando lo conocí”, recuerda la escritora, periodista y también colaboradora de EL UNIVERSAL.
La columnista afirma que “había una sana y silenciosa competencia entre nosotros por ganar la nota, pero sobre todo por escribirla lo mejor posible y él escribía de maravilla y alcanzaba niveles de profundidad admirables en este oficio que siempre se hace con prisa. Abría aquél periódico y lo buscaba todos los días. Entristece su muerte al gremio”, señala.
Adriana Malvido celebra que los premios hayan llegado a Güemes: “Tuvo reconocimientos y premios tan importantes como el Nacional de Periodismo y el Fernando Benítez. Además deja libros publicados, y eso es muy importante. Descanse en paz. Abrazo a sus amistades y colegas que ya lo extrañan”.
Y es que César Güemes, quien fue becario del Centro Mexicano de Escritores y del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca), en 1992, fue uno de los más notables reporteros culturales que recibió el Premio Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez 2000 por el reportaje titulado “Jesús Malverde: de bandido generoso a santo laico”; y el Premio Nacional de Periodismo 2001 en el género de Entrevista en medio impreso.
Fue también un apasionado de la literatura, al punto que abandonó el periodismo para adentrarse en la narrativa negra y criminal con dos novelas: Soñar una bestia y Cinco balas para Manuel Acuña, pero además publicó Vieja ciudad de hierro. Biografías geográficas de la cultura mexicana, Reinas de corazón, y Arreola en voz alta, entre otros.
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Andrés, Ramírez, editor de Alfaguara, reconoce que César Güemes fue un gran periodista y un novelista de dotes notables, “yo le publiqué Soñar la bestia en Joaquín Mortiz, en los años 90, es una novela policiaca, donde hacia gala de su arte, era un gran conocedor de la novela policíaca, un género que seguía con religiosidad”.
Amigos y lectores suyos, como Héctor de Mauleón, Mónica Lavín, Rosa Beltrán, José Homero y Naief Yehya lamentaron su muerte, a través de las redes sociales. Una de esas voces que lo despidieron fue la del DonVix, quien lo definió como “Un tipazo, mi Batman”; lo describió como “Sereno, juicioso, sapiente y ameno” y dijo: “Que suene Chalino en el cielo, porque allá les va mi Batman: supo cruzar todos los pantanos, sin levantar una sola mancha”.
ADRIANA MALVIDO
Periodista y columnista
“Había una sana y silenciosa competencia entre nosotros, por ganar la nota, pero sobre todo por escribirla lo mejor posible y él escribía de maravilla”