La Unión de Sindicatos del INBAL y Trabajadores de la Cultura, integrada por 13 de los 20 sindicatos del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, ofrecieron una conferencia para denunciar que la dependencia pretende imponer nuevas condiciones laborales, especialmente de personal académico, así como de administrativos, técnicos y manuales, que incluyen, por ejemplo, reducción de prestaciones.
Además aseguraron que hasta 60% de académicos del instituto, laboran bajo un esquema de “plaza interina”, que se renueva cada seis meses, las cuales, argumentan, deben ser regularizadas.
También indicaron que, pese a que ya no pertenecen a la Secretaría de Educación, tras la creación de la Secretaría de Cultura, se les ha “negado” acceder a las prestaciones con las que cuentan el resto de sus compañeros.
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Se refieren a los dichos de Pedro Fuentes Burgos, responsable de la Subdirección General de Administración, quien en un encuentro con empleados de Capítulo 3000, aseguró que en el INBAL existe “una especie de estructura paralela dada la escasa formación de cuadros permanentes en el personal de base”; dijo que hay personal de base que no cuenta con la “expertise” para realizar algunas funciones y que “no ha habido una educación de la base trabajadora para estar comprometida”.
Al respecto indicaron que ese tipo de declaraciones genera un discurso de “odio hacia la clase trabajadora” y los coloca en una “situación de vulnerabilidad”. Por ello, advirtieron, se sienten “profundamente indignados” y aseguraron que no sólo cuentan con las capacidades, también han tenido que realizar labores que corresponden a mandos medios. “Exigimos respeto a nuestra estabilidad laboral”, pidieron.
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En los últimos meses, el INBAL ha sostenido que, en trabajo conjunto con las agrupaciones sindicales, inició desde el año pasado un proceso de revisión de prestaciones no autorizadas por la Secretaría de Hacienda.
