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antonio.diaz@clabsa.com.mx
La iglesia Santa María Magdalena de las Salinas, ubicada en la Alcaldía Gustavo A. Madero, fue catalogada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) con daño moderado tras el sismo del 19 de septiembre de 2017.
Sin embargo, Miguel Ángel Mendoza, párroco del templo, sostiene que hay irregularidades en el “Acta de hechos” que realizó el INAH.
“He recibido presiones institucionales del INAH para consentir y coludir en una mentira que deriva en robo, porque la iglesia Santa María Magdalena de las Salinas no se dañó con el terremoto, pero como es un monumento histórico asegurado, dolosamente fue incluido por el INAH como inmueble dañado para cobrar el dinero del seguro”, asegura el sacerdote en entrevista.
EL UNIVERSAL cuenta con una copia del “Acta de hechos”, que proporcionó el sacerdote. El documento detalla que el templo tuvo fisuras en diferentes puntos de la nave central y laterales; grietas y fisuras en los muros y cubiertas de la sacristía; una fractura en la base del campanario de cerca de 70 centímetros; la caída de una cruz de remate en el capulín del campanario y de un sillar de cantera de cornisa. El Acta, con fecha del 16 de febrero de 2018, que fue firmada por los arquitectos Julio César Soto, Javier Ortiz y Emilio Higareda, así como el restaurador Raúl Munguía, también especifica que los bienes muebles no presentaron daños.
No obstante, el sacerdote Miguel Ángel Mendoza argumenta que por su cuenta, contrató al ingeniero Jorge Segovia quien realizó un estudio del inmueble y determinó que algunos daños reportados por el INAH, no se produjeron como consecuencia del sismo.
“Me he resistido a dejar entrar el templo al INAH por dos razones: porque este ‘teatro’ actual está montado sobre una mentira para robo y porque tengo cuentas pendientes con las instituciones culturales. En mi anterior parroquia (San Bartolomé Atepehuacan, Gustavo A. Madero) las instituciones hicieron una mala restauración. Mi experiencia de restauración con las instituciones culturales ha sido triste, dolorosa y molesta”, asegura el sacerdote Miguel Ángel Mendoza.
Se buscó a la coordinadora nacional de Monumentos Históricos del INAH, Valeria Valero, pero hasta el cierre de esta edición, no hubo respuesta. El área de Comunicación del Instituto señaló que la arquitecta tenía una agenda complicada.