Sus patas son relativamente cortas en relación a otras, y su pico es recto y oscuro, pero cuando se eleva por los aires se distingue sobre todas las demás. El playero rojizo es un ave mediana y de aspecto robusto que realiza una de las más espectaculares del continente. Viaja desde su área de reproducción en Alaska hasta las costas del noroeste de México y humedales de Centro y Sudamérica.

Durante la temporada invernal su plumaje es de color gris en el dorso y blanco en el pecho y abdomen, mientras que en la época reproductiva las plumas bajo su cuello se tornan rojizas, de ahí el nombre de esta ave que en nuestro país se encuentra catalogada como en peligro de extinción por las distintas amenazas que enfrenta, como la pérdida de hábitat, contaminación y perturbaciones humanas.

Playas y humedales les sirven de albergue, pero las aves playeras son el grupo que más rápidamente está disminuyendo a nivel mundial por las actividades humanas, muchas de las cuales tienen que ver con las actividades recreativas en costas. El playero rojizo, con sus 32 mil kilómetros de vuelo de ida y vuelta —aunque realizan más de un viaje, por lo que pueden sumar hasta 200 mil kilómetros— bajo el plumaje, es un ejemplo de las distintas aves que se distribuyen a lo largo del Pacífico enfrentando distintas amenazas.

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Precisamente para lograr estrategias que mitiguen estos impactos, un grupo de científicos de distintas organizaciones en el mundo se dio a la tarea de generar un proyecto que reúne ejemplos de investigaciones, experiencias y retos en el cuidado de estas aves. Recientemente se presentó el documento: “Conjunto de herramientas para el manejo de la perturbación humana hacia las aves playeras en América Latina”, que integra 28 proyectos desarrollados en 11 países con la finalidad de mitigar el impacto humano de norte a sur del continente americano.

En el proyecto participa el CICESE (Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada, Baja California) por parte de México, pero también lo integran otras instituciones, como la National Audubon Society y la Point Blue Conservation Science, por parte de EU; así como la Asociación Calidris de Colombia.