En "Tierra Oceana" —pieza escrita por el dramaturgo canadiense, Daniel Danis, y traducida y dirigida por Boris Schoemann, quien también actúa en la obra junto a Antón Araiza y Emmanuel Lapín—, tres actores, al centro de un dispositivo escénico austero: una escalera, música, iluminación y el poder de la palabra, del diálogo y del monólogo, exploran el duelo de forma humana y poética.
Desde el principio, el público sabe lo que va a suceder: un niño de diez años vive sus últimos días mientras es consumido por un cáncer terminal. Las obras de Danis, explica el director, tienen una fuerza poética impresionante: "Él inventa palabras en francés, cuya traducción requiere, a su vez, la invención de palabras en español. Desde que entré en contacto con este texto me llamó mucho la atención porque plantea el duelo, el acompañamiento hacia la muerte, que es una temática dura, desde una dimensión poética y humanitaria".
Ésa fue la razón, además de ciertas vivencias y motivos de carácter personal, por la que Schoemann decidió llevar a escena "Tierra Oceana" en ciertos escenarios mexicanos. "Somos muchos los que hemos tenido que acompañar a familiares, parejas y amigos hacia un desenlace trágico. En este caso, es el cáncer terminal de un niño", abunda.
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Más allá del conflicto inicial —el proceso de encarar la muerte— hay una pregunta que no deja de pulsar durante la obra: ¿Cuál es la forma de acompañar a alguien que sabe que se va a ir de este mundo? El director continúa: se trata de un aliento al corazón para quienes han vivido una experiencia similar o que, muy posiblemente, la vivirán en el futuro.
"Estos procesos son parte de la existencia. La obra tiene mucha luz hacia la vida y su mensaje es concreto: hay maneras de no taparse los ojos ante lo que fatalmente va a suceder. El aliento poético es su materia prima para plantear cuestiones tan delicadas".
El argumento se vuelve más complejo al revelarse que el niño es adoptado y que su presencia representa, para un hombre de 40 años, cuya vida es aparentemente plena, una especie de llamado de atención. "El mundo le dice: espérate, detente, observa. Es una señal para vivir otra vida. El acompañamiento y el duelo le ayudan a encontrar una nueva manera de experimentar las cosas porque él siempre quiso tener un hijo".
Además, el nudo dramático se vuelve atípico para un país como México, en el que la paternidad ausente es un motivo ya muy explorado. En este caso, detalla Schoemann, es lo contrario: una paternidad voluntaria y presente. Los tres personajes: el padre, el niño y el tío, son atravesados por la ausencia del padre bajo perspectivas distintas.
"Es una especie de cosa cíclica. De alguna forma, es el mismo personaje viviendo tres edades distintas: a los 70 años; a los 40 y a los 10. Es una enseñanza sobre el acompañamiento en cualquier etapa de la vida".
Uno de los objetivos de "Tierra Oceana" es dejar una huella emotiva en quienes han perdido a un ser querido. El camino hacia la muerte y el sufrimiento, dice el director, se vuelve bello desde la mirada de Danis. "El sentido de todo esto es que somos el vínculo que la palabra establece con el otro, y esa palabra tiene un poder de imaginación en función de la historia. La poética de Daniel se presta a la austeridad de elementos en escena, puesto que su palabra está llena de imágenes y sensaciones".
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En 2018, Schoemann montó una primera temporada de "Tierra Oceana", en la que el personaje del tío fue interpretado por el escritor Francisco Hinojosa, "quien nunca había actuado, pero tiene un gran gusto por el teatro".
El montaje propuesto por el autor fue el de una novela contada, y eso fue justo lo que el director le encomendó a Hinojosa: leer la obra y dejar que la dimensión de la palabra hallara eco desde la voz de otro escritor. Después, el propio Schoemann retomaría al personaje del tío, aunque ese intento inicial fue breve e interrumpido por el confinamiento.
"Tierra Oceana" puede verse hasta el 2 de julio, el jueves y viernes, a las 20:00 horas; sábado, a las 19:00 horas, y domingo, 18:00 horas, en el Foro A Poco No (República de Cuba 49, Centro).
melc